Celebraciones Semana Santa

SEMANA SANTA EN EL “AÑO DE LA ORACIÓN

Una fe acogida en el corazón como “Don de Dios”, que se hace vida en el amor y la caridad, se fortalece y hace más gozosa cuando se celebra con los hermanos  en el Espíritu del Señor; oportunidad celebrativa que, de manera especial, nos ofrecen los distintos momentos y Oficios de esta Semana Santa:

El Domingo de Ramos, como solemne comienzo de la gran semana.

El  Miércoles Santo, día en el que el Señor Obispo, acompañado por el Presbiterio Diocesano, celebra la Misa Crismal y en la que bendice los Santos Óleos. Día también en el que en nuestra comunidad podremos participar en la celebración comunitaria del Perdón.

         La Cena del Señor, Jueves Santo.

         Los Oficios del Viernes Santo, de la Pasión y Muerte del Señor, después de acompañarle en el rezo del Viacrucis; y

         La Resurrección del Señor en la Vigilia Pascual, Sábado Santo, y en el Domingo de Pascua.

Como creyentes, como familia, como comunidad cristiana, y en la medida en que podamos, aprovechemos esta nueva oportunidad de compartir nuestra fe celebrando juntos el perdón y celebrando y orando los misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor.

CUARESMA 2024

CUARESMA, tiempo de gracia, de oración, de austeridad y de miradade samaritano.

(El párroco)

Ante todo, mi más afectuoso saludo a los que formáis parte de esta Comunidad de El Buen Pastor, y a todos los que os asomáis a esta página Web.

En su mensaje cuaresmal, el Papa Francisco nos recuerda que todo tiempo es tiempo de gracia, de actuar, y de dar lo mejor de nosotros mismos; y justo la Cuaresma, nos ayuda en este propósito mediante la oración, la austeridad, y las celebraciones propias de este tiempo litúrgico. Y nos ayuda propiciando el salir de nuestras cerrazones, de nuestros vértigos, y ayudándonos a retomar caminos de verdadera libertad y que nos hacen más auténticamente humanos.

Así como el “Adviento”  mira a la Navidad y nos predispone para acoger y celebrar al Niño Dios, a Dios con nosotros, el tiempo litúrgico de Cuaresma  nos predispone para celebrar, con hondura espiritual y enriquecimiento que nos humaniza, los Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Y en un mundo en el que tan bombardeados somos con constantes ruidos de toda índole, que nos sumen en un constante vértigo, cuando no en una peligrosa despersonalización, mediante poderosísimas herramientas de comunicación con capacidad de invadir nuestra vida personal, familiar, de relación…., qué bien nos vienen momentos de oración, de calma interior, de austeridad, de ayuno,…., a ejemplo del Señor en el desierto.

Y para esto, que es bueno en todo tiempo, tenemos la oportunidad de vivirlo con más intensidad, y de celebrarlo, durante este nuevo tiempo de gracia, que es la Cuaresma.

Cuaresma que comenzaremos el miércoles, día 14, a las ocho de la tarde, con el significativo rito de la “imposición de la ceniza”, y que concluiremos el 24 de marzo con el Domingo de Ramos, portal de la Semana Santa; y, el 27 de marzo, a las 8 de la tarde, con la CELEBRACIÓN COMUNITARIA DEL PERDÓN”, con confesión y absolución individual.

Qué bien nos hace, qué bien hacemos, abriendo nuestra vida a la luz, a la gracia, a la paz interior y a la esperanza que nos regala el Señor mediante la celebración de sus Misterios de Redención, de Salvación, de liberación, y acompañándolo en el desierto cuaresmal de oración, de austeridad y de penitencia.

         No perdamos esta nueva oportunidad de gracia cuaresmal.

¡Fuente bautismal…camino de la fe!

El ESPÍRITU es el artífice del Bautismo. Él nos abre los ojos del corazón a la verdad. Empuja nuestra vida por el sendero de la caridad. Él, el Espíritu, nos transmite la ternura del perdón divino, Y, siempre es Él, el Espíritu Santo, quien hace resonar la reveladora Palabra del Padre: «Tú eres mi Hijo».

(Parroquia El Buen Pastor - Fiesta Bautismo del Señor)

Con la Fiesta del Bautismo de Jesús ha finalizado el ciclo de Navidad y volvemos «guiados desde dentro por Su Luz -Él es nuestra estrella-» para profundizar en lo vivido, a través del Tiempo Ordinario, orientados desde esa consciencia en todo lo cotidiano.

Es, tras el Bautismo, cuando se oye la voz del cielo que anuncia: “Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco”. Al mismo tiempo la humanidad de Jesús es ungida por el Espíritu Santo. Por ese signo se nos anuncia que, a través del cuerpo de Jesús, se derrama sobre nosotros el Amor de Dios, que tiene la fuerza de purificarnos y de transformarnos interiormente.

Cristo es la Fuente de la que brota el Agua que nos limpia y de la que podemos beber, de manera que lleguemos a identificarnos con ella: «es la misma y única nitidez la que hay en Cristo y en nuestras almas, pero Cristo es la Fuente de donde nace esta nitidez, y nosotros la tenemos derivada de esa Fuente«.

Nuestro bautismo es un proceso. Hay un momento especial para su ritual en el seno de la Comunidad Cristiana, pero la conciencia de nuestra identidad profunda sólo va llegando lenta y hondamente. Quizás llegue lentamente porque es demasiado grande para ser asimilado con rapidez, además de encontrarse con la sequedad de nuestro interior, tan cansado de buscar fuera lo que habita dentro.

Cristo es el Agua que abre nuestra alma al Espíritu, el Agua que limpia el polvo de nuestro ojo interior, para que seamos capaces de comprender, poco a poco, quiénes somos en verdad. Y aunque es cierto que la fuerza viene de dentro, ayuda si buscas sumergirte algún tiempo en las profundas y cálidas aguas del bautismo...

Así, revivir nuestro Bautismo, sintiéndonos amados/as , consagrados/as, enviados/as para seguir evolucionando en la propia comprensión y vivencia de esa gran experiencia fundante, que vuelve y nos envuelve…

Cristo se «identifica» con los pecadores para poder identificarnos con Dios. A través de los Sacramentos, hemos de hacer nuestro proceso para ir identificándonos con Cristo y que nuestro modo de vivir manifieste así la potencia de Su Amor.

Los Sacramentos requieren de nosotros humildad y «saber abajarnos» para reconocer a Jesús escondido en el signo humilde del agua, del pan y del vino, del aceite, de la confesión… igual que «en lo pequeño» le hemos descubierto en Navidad.

«En la pequeñez, por la fe, encontramos a Cristo y desciende sobre nosotros la Gracia del Espíritu Santo». Él se acerca a lo más profundo de cada uno de nosotros para que vivamos la intimidad de Dios y, con la fuerza de su Gracia y la potencia de su Amor, nos sintamos llamados a colaborar de forma que el Amor de Dios «hecho carne en nosotros» pueda llegar a todos los hombres.

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!

Que «a Luz do alto que nos visita para iluminar as nosas tebras e para guiar os nosos pasos polo camiño da paz» anime o teu esforzo e te fortaleza no Espírito, neste Nadal e no Aninovo 2024.

(El párroco)

Queridos feligreses y visitantes de esta web:

En la felicitación del pasado año os decía que “Algo, hace mucho tiempo, aconteció en la historia, y tan decisivo que lo seguimos celebrando año tras año: el Cumple del Señor. Desde entonces sabemos que llevamos a Dios mismo en nuestra propia humanidad”.

Este año quiero compartir con vosotros las palabras del Papa Francisco, que en su libro “El Belén del Papa Francisco” nos dice: “La preparación del pesebre en nuestras casas nos ayuda a revivir la historia que ocurrió en Belén (…) de modo particular, el belén es, desde su origen franciscano, una invitación a “sentir” y a “tocar” la pobreza que el Hijo de Dios eligió para sí mismo en su encarnación. Y, así se convierte en una llamada a seguirlo en el camino de la humildad, del despojo, que desde la gruta de Belén conduce hasta la Cruz, (…) y a encontrarlo y servirlo con misericordia en los hermanos….”.

Todos nuestros deseos y compromisos de amor, de paz, de fraternidad,…., son mucho más posibles, eficaces y verdaderos cuando los dejamos iluminar, fortalecer y encarnar desde el mismo Corazón Divino expresado en el pesebre, en la gruta de Belén.

En nombre de todo el grupo de pastoral de la parroquia,

¡FELIZ NAVIDAD! ¡Que la ternura y luz del Niño Dios “con nosotros” siga guiando, iluminando, y llenando de sentido nuestro camino comunitario y fraternal!

E, ¡FELIZ ANINOVO 2024!

Antonio, Párroco      

Adviento: ¡canto de espera esperanzada!

El Adviento es un canto maravilloso de esperanza. «Esperar significa e implica un corazón humilde, pobre. Solo un pobre sabe esperar. Quien está lleno de sí y de sus bienes, no sabe poner la confianza en ningún otro sino en sí mismo»

Papa Francisco

Adviento, es una espera esperanzada en la venida del Hijo de Dios, el Emmanuel; un canto de esperanza y de confianza en Aquel que viene. El Señor llega, pero todavía no. Hemos de esperar hasta el día de Navidad, día de su encarnación en el mundo. “Pongamos nuestra esperanza en el Dios vivo” (1Tm 4, 10).

Hemos de preguntarnos: ¿ qué es la esperanza para mí? Y ¿ qué es lo que espero? Y, ¿a quién espero?

Con el Adviento, amanece la esperanza en el horizonte, en el corazón de todo creyente; pensemos que la esperanza nos es vital,  es algo constitutivo al ser humano, porque sin ella la vida sería difícil y sucumbiríamos en el abismo.

La espera y la esperanza van unidas. Si perdemos la capacidad de esperar, peligra la esperanza. La escucha de la Palabra, la celebración litúrgica y la oración personal, a lo largo de las cuatro semanas de Adviento, nos ayudarán a reavivar y renovar en nosotros la esperanza cristiana.

La falta de esperanza es una de las causas por la que nuestra sociedad sufre tanto desencanto, buscando recompensas efímeras de todo tipo; sin encontrar razones fundamentales que le den sentido para vivir desde el gozo y la paz que dan la fe y la esperanza en Dios.

Ante este momento de la venida del Señor tenemos que tomar una decisión. , el Señor viene constantemente a nuestra vida y un día vendrá de manera definitiva. El sigue viniendo en cada momento a nuestra vida. Si dormimos, no lo oímos; si huimos, no lo encontramos.

El Señor viene siempre, sabe que tenemos tendencia al sueño y a la modorra. Que vivimos distraídos de lo esencial, alienados a las mil formas de alienación y que la Vida se nos escapa.         

Hoy sería bueno preguntarnos cada uno: ¿Estoy despierto o   dormido? ¿Me atrevo a salir al encuentro de Jesús que viene? ¿Estoy dispuesto a dejar lo que me obstaculiza encontrarme con Jesús en este Adviento?

¿No necesitamos recuperar el Rostro vivo de Jesús y establecer una relación vital con Él? ¿Quién como Él puede despertar nuestro cristianismo de la inercia y de la falta de entusiasmo? ¿Quién podrá contagiarnos su alegría, su libertad y su fuerza liberadora?

Desde una perspectiva cristiana, creer en Jesús es descubrir y vivir en Él la esperanza, en el aquí y ahora; y luego, contemplarlo en plenitud, cara a cara, viviendo en su presencia. Si el cristiano pierde la esperanza, de alguna manera pierde su propia identidad. Cristiano, es aquel que espera contra toda esperanza y nuestra gran esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el universo y nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar”.

Los cristianos, discípulos de Jesús, estamos llamados a ser testigos y heraldos de esperanza en medio de la sociedad, tan necesitada de ella. El fundamento de nuestra esperanza es la fe en Jesucristo, pues si no tenemos fe, ¿ cómo poder esperar? La fe va muy unida a la esperanza.

Para vivir actitud de espera y esperanza día tras día, necesitamos hacer un “alto” en el camino, que nos ayude a vivir en silencio, soledad y oración; porque por nosotros mismos no podemos alcanzar tales metas. La oración es la que fortifica nuestra espera y alienta nuestra esperanza. Sí, hoy nuestro mundo está muy necesitado de la fragancia de Dios, que viene de la oración y de la esperanza. Seamos, pues, hombres y mujeres capaces de transmitir esta fragancia de Dios.

El Adviento, nos abre un camino gozoso de esperanza y de salvación. El Salvador viene, ya está a la puerta y llama, invitándonos a preparar la “posada” de nuestro corazón; el pesebre donde quiere nacer y colmarnos de su tierno y dulce AMOR

 “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres” (Flp 4, 4). Adviento, es tiempo esperanza gozosa, Jesús viene a salvar la humanidad, a traernos la alegría la paz y la fraternidad: Dios visita y salva a su pueblo.

En este tiempo resonará la oración: Ven Señor. ¡Marana Tha¡ ¡Ven Señor!

¡Sólo Tú, Señor Resucitado, con tu venida, puedes devolver a este mundo la esperanza que tanto necesitamos!

Fiestas entrañables: ¡Santos y Difuntos!

  • Día 1 (Festivo) .- Eucaristía a las 12:00 h y la víspera a las 20:00 h
  • Día 2 (Laborable).- Eucaristía a las 20:00 h

Al ver el gentío subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos y él se puso a hablar enseñándoles«. (Mt. 5, 1-12).

Ante la presencia de las multitudes Jesús reacciona subiendo a la montaña que simboliza el “lugar de Dios”. Cuando Jesús sube a la montaña y se sienta hay un gentío en aquel entorno, pero sólo “los discípulos se acercan” a Él para escuchar mejor su mensaje.

Jesús comienza a desentrañar las bienaventuranzas: “Dichosos, la palabra griega “macarios”, (dichosos) es una especie de felicitación: ¡qué suerte tenéis! No comienza Jesús diciendo “tenéis que”, sino diciendo “¡Dichosos!”, “¡qué suerte!”, “¡qué bien!”,¡Felices!

Jesús, en las Bienaventuranzas, se dirige a personas que viven en situaciones dolorosas, los pobres, los que pasan hambre, los que lloran y aquellos que viven actitudes semejantes a Él mismo; la última bienaventuranza se refiere a los que son perseguidos por ser justos, por ser fieles al Evangelio.        

Todo el Evangelio es mensaje de felicidad y alegría. Las Bienaventuranzas son los gritos de alegría de Jesús ante la sensación con la que Él vive la proximidad del Reino de Dios. Mas, es Jesús quien encarna las bienaventuranzas: Jesús es el pobre, el manso, el misericordioso, el que llora, el que trae la paz y el perseguido a causa de la justicia… Las Bienaventuranzas sólo se pueden comprender desde dentro, desde la llegada del Reino en la persona de Jesús.

La Fiesta de todos los Santos, nos recuerda a una multitud de santos y santas, gente corriente como nosotros que han vivido de manera sencilla pero que han comunicado paz, que han sido auténticos, compasivos, solidarios, que han entregado su vida generosamente y que participan de una vida plena. Es una fiesta de esperanza y de alegría ya que hay mucho bien en el mundo si sabemos descubrirlo. Los santos nos demuestran que seguir a Jesús es posible aunque tuvieron defectos, cometieron pecados, no eran perfectos…

También recordamos en esta Fiesta a una multitud de santos anónimos sin corona y sin altar… Como dice el Papa Francisco: “los santos de la puerta de al lado”. Es decir, santos anónimos, que con sus buenas obras, bien intencionadas, pueden transformar su entorno, hacerlo más cristiano, más humano”.

En la Fiesta de todos los Santos, podemos decir de corazón:

¡Señor, haz crecer en nosotros el deseo de vivir el espíritu de las Bienaventuranzas: la alegría, la paz, la misericordia y la felicidad de encontrarnos contigo y de salir al encuentro con los otros!

catequesis de la comunidad

Parroquia “EL BUEN PASTOR”

Teléfonos.: 982.25.20.29;   610.50.36.96

e-mailparrbuenpastor@gmail.com

 Web:  htps//buenpastorlugo.wordpress.com

En Google: Parroquia del “Buen Pastor” – Diócesis de Lugo

CATEQUESIS  DE  INFANCIA

INFORMACIÓN, PRIMER año

EDAD MÍNIMA: niños/as con 7 años cumplidos a 31 diciembre 2023       

I N S C R I P C I Ó N (En despacho parroquial)

Días y horas: (Primer y segundo año)

  20 de septiembre, miércoles: de 5:30 a 7 de la tarde.

  21   “      “           , jueves: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde.

  22   “      “           , viernes: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde

  23   “      “           , sábado: de 11:30 a 13 h

  27   “      “           , miércoles: de 11:30 a 13h.;  y de 5 a 7 de la tarde.

  28   “      “           , jueves: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde

  29  “       “           , viernes: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 8 de la tarde

  4 de octubre, miércoles: de 11:30 a 13h.;  y de 5 a 7 de la tarde

  7  “      “       , sábado: de 5 a 7 de la tarde

NOTA: La inscripción deben hacerla los padres (padre y/o madre)

Curso 2023-24

LA CATEQUESIS DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL

Razón de ser:

* Es un servicio de la parroquia a los padres y, en colaboración con ellos, 

  • Ofrecer a sus hijos una progresiva formación en la fe.
  • Procurar que su pertenencia y progresiva integración en la Comunidad Cristiana  (parroquia e Iglesia, celebración de los Sacramentos, participación en la Eucaristía Dominical, etc.) sea libre, consciente y en proceso de crecimiento.

Materiales para Catequesis

“Jesús es el Señor ” y Fichas 1

NOTAS
  •  Teniendo en cuenta que las catequesis  no son todas las semanas, es muy importante:
  • HACER UN ESFUERZO por evitar todo lo que dificulte la  asistencia de los niños (cumpleaños, viajes, etc.)     
  • AVISAR cuando no puedan asistir.

NOTA:

Por favor, prestar atención al calendario  para evitar despistes. Y, las reuniones de padres forman parte de la estructura de la catequesis.   

* 1 de diciembre: se repartirán sobres para REYES SOLIDARIOS, CON CORAZÓN

*15 de diciembre, se recogerán los sobres de REYES SOLIDARIOS, CON CORAZÓN

CALENDARIO DE CATEQUESIS, 1º  (De 18:30  a  19:25) Las Fechas resaltadas coinciden con las reuniones de padres  
OctubreNoviembreDiciembre     Enero
13 salón2710   241  151226  
Febrero : 2 y 16.
Marzo: 1 y 15
Abril: 5 y 19
Mayo: 3 y 10.
Día 15 diciembre: a las 19:00 h, en el salón
DÍA 10 de MAYO: 
18:30 h : aula catequesis; 
19:00 h: Clausura en el Salón.

REUNIONES DE PADRES (18:30 tarde)                   
Octubre Noviembre Diciembre      Enero 
13   10 1 12 
     Febrero     Marzo      Abril     Mayo 
  2     1     5     3       

CATECUMENADO

Parroquia EL BUEN PASTOR                                                Rúa Bispo Ona de Echave, s/n

L U G O                                                                         Tlfnos.: 982.252.029; 610.503.696

                                                               Lugo, 15 de septiembre de 2023

Estimados padres:

Con motivo de la formación de grupo de CATECUMENADO DE CONFIRMACIÓN, en este curso comenzaremos con chicos/as de, como mínimo, de 11 años, y cumplidos, como más tarde, el 31 de diciembre próximo.

Partiendo de los datos de los que se dispone en la Parroquia, relativos a las catequesis de infancia/Primeras Comuniones que habéis realizado aquí, me dirijo a vosotros para informaros del período de inscripción, por si estáis interesados en ello, los chicos y vosotros los padres.

El período de inscripción será del 21 de septiembre al 7 de octubre (os adjunto días y horas de inscripción).

Son dos cursos de catecumenado, con dos sesiones mensuales en viernes, de 19:35 a 20:30 h

Los mismos días de catequesis de infancia, pero a continuación. Se os dará calendario. El comienzo será el día 14 de octubre.

Además de lo que significa como formación cristiana en una edad de cambio, sin estar confirmados no autoriza la Iglesia para ser padrinos de Confirmación, con dificultades a veces para serlo de Bautismo y Matrimonio; pero lo importante es la formación en la fe y el crecimiento en la vida cristiana.

No tengáis reparo en compartir esta información con otras personas que no la hayan recibido.

Un afectuoso saludo.

Antonio-M. Fernández, Párroco

CATECUMENADO DE CONFIRMACIÓN

EDAD MÍNIMA: 11 años cumplidos a 31 de diciembre 2023       

I N S C R I P C I Ó N

Días y horas

                                                                  (En despacho parroquial)

  20 de septiembre, miércoles: de 5:30 a 7 de la tarde.

  21   “      “           , jueves: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde.

  22   “      “           , viernes: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde

  23   “      “           , sábado: de 11:30 a 13 h

  27   “      “           , miércoles: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde.

  28   “      “           , jueves: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 7 de la tarde

  29  “       “           , viernes: de 11:30 a 13 h.;  y de 5 a 8 de la tarde

  4 de octubre, miércoles: de 11:30 a 13h.;  y de 5 a 7 de la tarde

  7  “      “       , sábado: de 5 a 7 de la tarde

NOTA: La inscripción deben hacerla:
– los padres (padre y/o madre) y el/la catecúmeno/a.
– En caso de mayores de edad, el/la catecúmeno/a.
– Para mayores de 15 años se concretará excepcionalmente, por este curso, un período y programa especial.                      

¡MISIÓN PASCUAL!

Desde su Resurrección, por su Espíritu Santo,
la misteriosa presencia de Cristo Jesús
se hace concreta
en una comunión visible,
la de su Iglesia.

(CM 1986 – Hno. Roger)

Cristo de toda compasión,

te escuchamos con avidez cuando nos dices:

«¡Levántate, que tu alma viva!».

Nunca quisiéramos escoger

la oscuridad o el desánimo,

sino acoger la claridad de tu Presencia

que nos sostiene y nos inspira.

Sí, Cristo te precede en las Fuentes de Su alegría,

Su confianza y Su perdón.

Tú, adelántate a la aurora.

Levántate. El Resucitado pasa junto a ti.

Él libera un camino de esperanza.

Él viene a ofrecerte

que atravieses

las mismas contradicciones.

Él prepara la curación

de los desgarrones,

y te concede realizar

una parábola de reconciliación.

Ve. Sé fermento de confianza,

cerca y lejos de ti…

y lo inesperado se hará realidad.

( Oración del Hermano Roger de Taizé)

Celebraciones Semana Santa

Jesús, el Señor, nos ha enseñado cómo “partir” el Pan de la Mesa para ser “compartido”.

No nos ha hurtado su propio Viernes Santo, acompañando y fortaleciendo así el sufrimiento humano, e iluminándolo con el resplandor de su Resurrección. No nos priva de la “noche oscura”, de tantas noches oscuras, y sí nos acompaña en ella y en ellas.

Como todas, también esta próxima Semana Santa nos ofrece la gracia de poder contemplar a Cristo en tantos gestos que nos ha dejado como impronta de su vida y de su entrega, de su Redención.

Aún todavía en este tiempo de Gracia, de “Ascesis Cuaresmal”, estamos recorriendo un camino de transfiguración personal y eclesial mediante la escucha de Aquel que nos habla; de austeridad, sabiendo renunciar a lo superfluo y utilizando bien los bienes necesarios; de compartir lo mejor de nosotros mismos y ayunando de todo aquello que nos distancia y enfrenta:

“Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas. Ayuna de descontentos y llénate de gratitud. Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia. Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo”. Qué preciosa invitación del Papa Francisco.

Celebremos esta Semana Grande de nuestra Fe participando en los Oficios propios de la Semana Santa, y vivenciando una vez más el gozo del Resucitado en la celebración de la Vigilia Pascual y del Domingo de Resurrección.

Ascesis Cuaresmal

Con este título nos presenta el Papa Francisco esta Cuaresma 2023, basándose en el evangelio de la Transfiguración que se proclama cada año en el segundo domingo de Cuaresma.

Resalta este tiempo litúrgico como momento en el que el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado. Si nuestros compromisos diarios nos obligan a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una vida a veces monótona, la Cuaresma nos invita a “subir a un monte elevado” junto con Jesús, y así vivir con el Pueblo de Dios una experiencia particular de ascesis.

La ascesis cuaresmal es un compromiso, que animado siempre por la gracia nos lleva a superar nuestras faltas de fe y resistencias para seguir a Jesús en el camino de la Cruz. Nos lleva a enraizar nuestro conocimiento del Maestro, comprender y acoger su misterio de salvación realizado en la entrega total de sí por amor.

Hemos de dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades. Necesitamos ponernos en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración. Requisitos también importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar. Preciosa relación esta que existe entre la ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal; necesitamos reflexionar y descubrirla a fondo.

Hemos de seguir juntos a Jesús: como Iglesia peregrina en el tiempo vivimos el año litúrgico y, en él, la Cuaresma, caminando con los que el Señor ha puesto a nuestro lado como “compañeros de viaje”. Nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro. Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y,  tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia entra cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador.

El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. En ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual.

Para que esta transfiguración cuaresmal pueda realizarse en nosotros, el Papa nos propone seguir dos “caminos” para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta:

  • Escuchar a Aquel que nos habla ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia; así la Cuaresma será tiempo de Gracia.
  • Escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca siempre es indispensable en el estilo de una Iglesia sinodal.

¡Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades!

Esto que nos pide el Papa, cada domingo, nuestra Comunidad parroquial nos lo irá recordando desde imágenes y máximas que, acordes con la Palabra, lograrán animarnos al “cambio cuaresmal”:

  • 1º domingo: – grandeza, + pequeñez; porque siendo más pequeño creces a lo grande.
  • 2º domingo: – comodidad, + riesgo; porque solo pisando tierra puedes contemplar el cielo.
  • 3º domingo: – crítica, + comprensión; porque la verdad que acoge es capaz de transformar vidas.
  • 4º domingo: – dudas, + fe; porque confiando iluminas tus preguntas.
  • 5º domingo: – miedo, + luz; porque el temor no es la última palabra.

En esta Cuaresma 2023, deberíamos sintetizar nuestra ascesis continua en:

menos “yo” , más “Tú”.

Si ponemos los medios y pedimos al Espíritu que nos anime durante este tiempo cuaresmal en nuestra escalada con Jesús, experimentaremos Su Gracia dejándonos “transformar” y,  fortalecidos en la fe, “seguiremos juntos el camino con Él”  para bien de todos. ¡Aprovechemos!

¡Hay momentos que marcan para (toda) la Vida!

¡FECUNDA ASCESIS CUARESMAL!

NAVIDAD / AÑO NUEVO

“…. lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.” (Lc 2,7)

Muy queridos feligreses y visitantes de esta página web:

Algo, hace mucho tiempo, aconteció en la historia, y tan decisivo que lo seguimos celebrando año tras año: el Cumple del Señor. Desde entonces sabemos que llevamos a Dios mismo en nuestra propia humanidad.

Él lo ha decidido así para humanizarnos a su estilo: entendiendo y construyendo nuestra vida desde el corazón del mismo Dios.

Pero mejor lo podemos comprender con las reflexiones del Papa Francisco, sencillo “belén” él en la cúspide de la Iglesia; reflexiones que nos invitan a sentir y celebrar la Navidad sin descentrarla por los muchos ruidos con los que la hemos ido adornando (y de tantas maneras desvirtuando), y sin despistarnos para percibir la ternura del Belén y la voz del Amor en el Niño Dios.

Nos viene a decir el Papa Francisco que, cuando dejamos que el Niño Dios entre en nuestro espíritu, en nuestra vida, también tú, yo, todos, somos Navidad y humano belén.

  • también  árbol de Navidad, resistiendo los vientos y dificultades de la vida
  • y adornos navideños, con los valores y virtudes que colorean la vida
  • y campanas de Navidad, llamando, reuniendo, congregando en convivencia familiar, de amistad,…
  • y ángeles de la Navidad, cantando o siendo portadores de mensajes de paz, de amor, de amistad, …
  • y estrellas de la Navidad,  cuando no velamos al Señor, y sí favorecemos que otros se puedan encontrar con Él….
  • y música navideña, cuando procuramos armonía interior y la irradiamos…
  • y  soldadura tierna, cuando ahondamos en el perdón y recreamos la paz…
  • y somos cena de Navidad, cuando respetamos, agradecemos y compartimos el don de la comida y de la fraternidad..

Seamos Navidad unos para otros y celebremos que el más grande se hizo el más pequeño en todo, pudiendo así desde nuestra pequeñez tener acceso a Él como fuente de luz, de fraternidad, de paz; de sentido de vida y de esperanza. El Niño Dios, el Dios con nosotros, el Emmanuel.

En nombre de todo el grupo de pastoral de la parroquia,

¡FELIZ NAVIDAD y que la ternura y luz del Belén sigan humanizando nuestro mundo, siempre necesitado de Amor!

E…¡FELIZ ANINOVO, 2023!

         Antonio, Párroco

¡El Señor está cerca!

El tiempo de Adviento nos dispone, un año más, para contemplar “al Señor nacido en suma pobreza” que se presenta en nuestra historia con una noticia buena, noticia de esperanza que nos sitúa con alegría y nos alienta.

Este Adviento y Navidad nos fijamos en el cuidado como experiencia recibida y ofrecida. Es un tiempo favorable para dejarnos cuidar por este Dios nuestro con entrañas compasivas y para alumbrar nuevas formas de cuidado que llenen de esperanza otras vidas.

Adviento nos prepara para lo más insólito e inaudito: Dios cumple su palabra de alianza y fidelidad para con la obra de sus manos, para con su creación, entrando en este mundo e historia, haciéndose uno de tantos. Dios mete su compasión en las entrañas de nuestra historia y nuestra vida. ¡Nada podrá seguir ya igual!

¡La esperanza transforma nuestra fragilidad en un milagro! Esta es precisamente la invitación esencial de estos días; acoger el misterio de Dios desde nuestros límites y nuestra precariedad, confiando en que el Señor ungirá nuestro barro con cuidado, con una ternura vigorosa para que podamos caminar en su presencia desde la confianza.

Adviento, tiempo de preparación en el que tenemos la oportunidad de experimentar el cuidado de Dios, que nos acompaña, nos guarda en nuestra debilidad. Tiempo privilegiado para ir haciendo espacio y recrear en nuestro corazón un pesebre donde sea posible que Dios nazca y alumbre nuestra historia y todo lo que ésta alcanza.

El Adviento nos permite preparar el camino, ajustar nuestra vida. Es tiempo de poner el foco dónde verdaderamente es importante porque el Señor está cerca, viene para que vivamos desde la libertad y desde la hondura, desde la consciencia y el compromiso, el servicio y la entrega.

De nuestra esperanza depende la vida, pues de la manera en que esperamos así vivimos también. Cuando, a pesar de la dificultad o el dolor propios de algunos momentos vitales, podemos descansar nuestro pesar en Dios y dejarnos sostener confiadamente y en esperanza, nuestra realidad sufriente cobra sentido.

“He aquí la primera condición de la alegría cristiana: descentrarse de uno mismo y poner en el centro a Jesús. Esto no es alienación, porque Jesús es efectivamente el centro, es la luz que da pleno sentido a la vida de cada hombre y cada mujer que vienen a este mundo. Es un dinamismo como el del amor, que me lleva a salir de mí mismo no para perderme, sino para reencontrarme mientras me dono, mientras busco el bien del otro” (Papa Francisco).

La certeza de que Dios viene para quedarse a nuestro lado para siempre produce una profunda alegría. Alegría que llega después de un tiempo de confianza, de mantenerse a la espera, con el corazón expectante y atento. ¡Tomar conciencia de que el Señor siempre está viniendo a nuestra vida, a nuestra historia para habitarnos y residir permanentemente en nuestro interior nos transforma radicalmente!

Con Jesús podemos descubrir el Amor de Dios en nuestro interior, de modo que no podemos hacer otra cosa que responder de acuerdo a lo que requiere esa Presencia que no es nada más y nada menos que responder con misericordia y compasión.

  • ¿De qué manera puedo presentarme en este Adviento ante la venida del Señor?
  • ¿Cómo pueden mis límites y fragilidades ser una condición de posibilidad para que Dios entre en mi vida? ¿Qué me pueden enseñar?
  • ¿Qué esperas de este nacimiento de Jesús? ¿Qué necesitas?

¡Soñando en Esperanza..!

Bajo el lema “soñando en Esperanza un mundo mejor” queremos iniciar el camino del Adviento 2022 que nos llevará a celebrar y vivir los misterios del nacimiento e infancia de Nuestro Señor Jesucristo en la Navidad. Sugerente, provocador…

En el lenguaje, documentos, homilías del Papa Francisco las expresiones sueño, soñar aparecen constantemente. Invita a todos; niños y jóvenes, adultos y mayores a soñar en grande, a tener sueños, proyectos, ilusiones…porque quien ha dejado de soñar, ha dejado la esperanza aparcada, ha envejecido el corazón.

Para el Papa, “soñar a lo grande” significa que todo lo bueno es posible para quien espera en el Señor, “porque para Dios nada hay imposible” (Lc 1, 37). Ante una realidad eclesial, mundial, familiar, parroquial, personal… de muchos retos, hay que soñar un mundo mejor, una vida mejor, una Iglesia mejor, una…

Soñar, pero en Esperanza, porque la Esperanza cristiana no es pasividad, ni estática… nos pone en movimiento, es activa y comprometida, mueve toda nuestra vida hacia aquello que soñamos. Dios mismo tiene muchos sueños, especialmente “Que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad” (1 Tim 2, 4).

Incluso ha soñado a lo grande antes de la creación del mundo con cada uno de nosotros: “Que seamos santos e irreprochables ante Él por el Amor” (Ef 1,4). Dios nos ha soñado, y sigue soñando porque nos quiere felices.

También, ha soñado Jesús, con hacer en todo la voluntad del Padre (Jn 4,34), con que todos conozcan al Padre (Jn 17,3) y que todos estemos unidos para que el mundo crea (Jn 17, 21).

Y antes, soñó Abraham tener una tierra e hijos, y Jacob, Moisés, los profetas… todos soñaron desde su realidad y vocación en medio de muchas dificultades, y se cumplieron sus sueños más allá de lo esperado.

Y, a esa multitud de soñadores esperanzados, se sumó María, soñando ser siempre la “esclava del Señor”, san José en custodiar de la mejor manera a la Sagrada Familia…

Pero también hoy sueña el papa Francisco con una Iglesia Sinodal, de discípulos misioneros atentos a las periferias, a los pobres, evangelizadora y solidaria…

Y sueña el Obispo con una diócesis…

Y sueña cada niño, cada joven, adultos y anciano con…

Y sueña cada sacerdote y consagrado/a con…

Y sueñan los padres y abuelos con…

Y sueñas tú también con…

El Aviento llega como Buena Noticia; Dios se hace presente en medio de nuestros buenos sueños, como Niño recién nacido, de una Virgen abierta a soñar los sueños de Dios.

¡Él nos trae el mejor sueño para la Humanidad!

¡Acojamos esperanzados y comprometidos este nuevo Adviento 2022!

Entre muchas realidades desalentadoras, nos viene a fortalecer los buenos sueños, porque… ¡todo es posible para quien acoge en su corazón al Niño Dios!

¡Es el Camino, la Verdad y la Vida.!

CATEQUESIS DE INFANCIA

Parroquia “EL BUEN PASTOR”. L U G O

parrbuenpastor@gmail.com

610 50 36 96 – 982 25 20 29

P. Web: Parroquia del “Buen Pastor”-Diócesis de Lugo

INFORMACIÓN SOBRE CATEQUESIS DE INFANCIA 2022-23

Como todos los años por estas fechas, se acerca el tiempo de inscripción para la Catequesis de Infancia.

Con excepción de casos de verdadera necesidad –contrastada y con  autorización del párroco correspondiente-, no nos es posible acoger a niños/as de otras parroquias.  

Para hacer la inscripción, a partir del  22 de septiembre, y hasta el 7 de octubre inclusive, tened en cuenta los días y horario que también aquí se os facilita.

En principio, y como en otros años, las sesiones serán en viernes  (especificados en calendario que se facilitará), de 55 minutos, a las seis y media de la tarde.

En el momento de la inscripción  ya se irá informando de todo lo pertinente.

Cualquier aclaración que necesitéis, no dudéis en llamar por teléfono.

Un saludo

Antonio M. Fernández (Párroco)

Días y horas de I N S C R I P C I Ó N
(En despacho parroquial)
EDAD MÍNIMA: niños/as con 7 años cumplidos a 31 de diciembre 2022
 
21 de septiembre, miércoles: de 12,30 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
22 de septiembre: de 9 a 9,30 de la tarde.
23 de septiembre: de 6 a 9 de la tarde.
24 de septiembre: de 12 a 13,30 h.
 
28 de septiembre, miércoles: de 12,30 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
29 de septiembre: de 5 a 7 y de 8,45 a 9,30 de la tarde.
30 de septiembre: de 6 a 9 de la tarde.
1 de octubre: de 12 a 13,30 h.
 
5 de octubre, miércoles: de 12,30 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
6 de octubre: de de 12 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
7 de octubre: de 5 a 9 de la tarde.
 
NOTA: La inscripción deben hacerla los padres (padre y/o madre).

CATECUMENADO DE CONFIRMACIÓN

Parroquia EL BUEN PASTOR                                                 Rúa Bispo Ona de Echave. S/n

L U G O                                                                             Tlfs.: 982.252.029; 610.503.696                                                                          

Lugo, 22 de septiembre de 2022

Estimados padres:

Con motivo de la formación de grupo de CATECUMENADO DE CONFIRMACIÓN, en este curso comenzaremos con chicos/as de, como mínimo, 11 años, y cumplidos, como más tarde, el 31 de diciembre próximo.

Partiendo de los datos de los que se dispone en la Parroquia, relativos a las catequesis de infancia/Primeras Comuniones que habéis realizado aquí, me dirijo a vosotros para informaros del período de inscripción, por si estáis interesados en ello, los chicos y vosotros los padres.

El período de inscripción será del 21 de septiembre al 7 de octubre (os adjunto días y horas de inscripción).

Son dos cursos de catecumenado, con unas dos sesiones mensuales en viernes, de 19,35 a 20,30 h. Los mismos días de catequesis de infancia, pero a continuación. Se os dará calendario.

El comienzo será el día 14 de octubre.

Además de lo que significa como formación cristiana en una edad de cambio, sin estar confirmados no autoriza la Iglesia para ser padrinos de Confirmación, con dificultades a veces para serlo de Bautismo y Matrimonio; pero lo importante es la formación en la fe y el crecimiento en la vida cristiana.

No tengáis reparo en compartir esta información con otras personas que no recibirán esta información.

Un afectuoso saludo.

 Fdo.: Antonio-M. Fernández, Párroco.

Días y horas de I N S C R I P C I Ó N
(En despacho parroquial)
EDAD MÍNIMA: 11 años cumplidos a 31 de diciembre 2022
 
21 de septiembre, miércoles: de 12,30 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
22 de septiembre: de 8,45 a 9,30 de la tarde.
23 de septiembre: de 6 a 9 de la tarde.
24 de septiembre: de 12 a 13,30 h.
 
28 de septiembre, miércoles: de 12,30 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
29 de septiembre: de 5 a 7 y de 8,45 a 9,30 de la tarde.
30 de septiembre: de 6 a 9 de la tarde.
1 de octubre: de 12 a 13,30 h.
 
5 de octubre, miércoles: de 12,30 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
6 de octubre: de de 12 a 13,30 h;
y de 5 a 7 de la tarde.
7 de octubre: de 5 a 9 de la tarde.
 
NOTA: La inscripción deben hacerla los padres (padre y/o madre en caso de menor de edad) y el/la catecúmeno/a en todo caso.

¡Fiesta especial en la Comunidad!

Nuestro párroco, D. Antonio Miguel, celebra hoy los 50 años de su Ordenación Sacerdotal, desde aquel 12 de junio de 1972, donde juntamente con otros compañeros, fuera ordenado sacerdote por el obispo D. Antonio Ona de Echave.

Comunidad Parroquial

Por ello, en la Festividad de la Santísima Trinidad, la Comunidad Parroquial de «El Buen Pastor» está de especial celebración y agradecemos la coincidencia de poder celebrarlo en Domingo, reuniéndonos en torno a él en la Eucaristía dominical.

La Fiesta de la Trinidad nos permite comprender que Dios es a la vez: Dios que es origen, principio (Padre); Dios que se hace uno de nosotros (Hijo); Dios que se identifica con cada uno de nosotros (Espíritu).

Nos habla de un Dios que no está encerrado en sí mismo, sino que se relaciona dándose totalmente a todos y a la vez permaneciendo Él mismo. Jesús nos enseñó que, para experimentar a Dios, el hombre tiene que mirar dentro de sí mismo (Espíritu), mirar a los demás (Hijo) y mirar a lo trascendente (Padre).

Es el Dios que, siendo Espíritu, tiene como único objetivo llevarnos a la plenitud de la Verdad, de la Vida. Cuando los primeros cristianos viven esa realidad del Espíritu dentro de cada uno de ellos, va haciéndose presente en la comunidad por el servicio a todos.

Este camino necesario para toda nuestra vida nos ha hecho expresar hoy, como Comunidad, el agradecimiento a D. Antonio por las casi tres décadas de servicio prestado entre todos nosotros.

Sabemos que 50 años de entrega sacerdotal al servicio del Evangelio y del Reino son impagables. También, que el agradecimiento desde el corazón es inexpresable, pero damos fe de la bonita experiencia de comunión y gratitud vivida en la Eucaristía de hoy en nuestra Comunidad Parroquial.

¡GRATITUD y BENDICIONES!

¡Fiesta de S. José: 19 de marzo!

El carácter Festivo del S. José, en este año 2022, lo celebraremos en sus Eucaristías correspondientes:

Viernes 18, a las 20:00 h

Sábado 19, a las 12:00 h

Parroquia «El Buen Pastor»

Todo lo que sabemos de San José, lo podemos entrever en la Biblia, especialmente en los evangelios de San Mateo y San Lucas.

Su silencio lo caracteriza y es precisamente a través de sus obras, de sus actos de fe, confianza, y sobre todo de su amor, como descubrimos a San José: un hombre justo, un gran santo.

Dios le encomendó ser el padre adoptivo del niño Jesús y esposo de la Virgen María, un privilegio y una gran responsabilidad: ser el santo custodio de la Sagrada Familia.

Su vida es sencilla, realizando en lo cotidiano la misión que el Padre le había encomendado de la manera más perfecta posible, contribuyendo así a la realización del proyecto salvífico de Dios.

La vida de San José fue una vida de oración y silencio permaneciendo de este modo en diálogo con Dios; trabajador y honesto para mantener a su familia; padre y esposo, lleno de amor y compasión; obediente y de una profunda fe dejándose llevar en manos de Dios.

Podríamos decir que su vida, fue una peregrinación en la fe, y al igual que María, ambos permanecieron fieles hasta el final en lo que se les había encomendado.

Vivió en Nazaret ejerciendo el oficio de carpintero y, al parecer, murió antes de que comenzase la vida pública de Jesús. Su culto, extendido en Oriente antes del siglo V, no llegó a Occidente hasta la Edad Media. En 1870 fue proclamado patrón de la Iglesia universal; es también patrono de los carpinteros y de los moribundos.

Con su ejemplo de vida S. José nos enseña a amar, orar, sufrir, actuar rectamente para dar gloria a Dios con nuestra vida, en cada día que se nos da, haciendo bien la tarea correspondiente desde la fe y el amor con que cada cual va tejiendo su propia vida.

Vivir como él con docilidad a la voluntad del Padre, es vivir con un corazón agradecido por todo lo que recibimos, ser conscientes de la misión que se nos encomienda y ser fieles a ese llamamiento.

¡Muy necesitados de ayuda para conseguirlo, nos ponemos bajo Su Modelo y Su Protección!

¡Feliz y agradecida Festividad de S. José!

CUARESMA 2022

Estimados feligreses y seguidores de nuestra página Web:

Está ya muy próximo un nuevo tiempo de gracia: LA CUARESMA.

Ya sabemos que la Cuaresma la constituyen los 40 días previos a la Semana Santa, y preparatorios para celebrarla como la Gran Semana. También sabemos que este tiempo de Cuaresma, los 40 días, comienza el Miércoles de Ceniza y concluye con la Semana Santa.

Tiempo de Cuaresma, tiempo de especial gracia para mirar hacia dentro de nosotros mismos, tratando de reconocer todo aquello que nos afecta a nivel personal, eclesial, y social.

Tiempo de especial gracia con unas constantes fundamentales en la vida del cristiano: ayuno, oración y  conversión.

  • El ayuno, como signo compartido de austeridad y de desprendimiento de lo superfluo, favoreciendo el acercamiento a Dios y a los hermanos.
  • La oración, como forma saludable de encuentro con Dios, en la escucha y meditación de su Palabra.
  • La conversión, como fruto de la revisión personal en ese encuentro con Dios, y en apertura a los hermanos, compartiendo el camino de fe, de vida, y de bienes.

Simbólicamente, también la Cuaresma se expresa y celebra en torno a tres  imágenes: la ceniza, el desierto y 40 días.

.- La ceniza, que nos centra en nuestro origen y en nuestro final a la luz de la esperanza cristiana, del Evangelio.

.- El desierto, como lugar de austeridad, de retiro, de meditación y de purificación, lo que da sentido al ayuno y a la abstinencia.

.- 40 días, número bíblico referencial simbólico, no matemático: 40 años de travesía, de desierto del Pueblo de Israel, camino de la liberación; 40 días Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública; y muchas otras referencias bíblicas a la cuarentena.

El Miércoles de Ceniza está asociado al rito identificativo de la imposición de la misma. Dadas las actuales circunstancias, aunque ya bastante más favorables, aún no sé si se impondrá individualmente, o simbólicamente como el año pasado. Lo importante es celebrar el comienzo del camino cuaresmal juntos, en oración, en Eucaristía, que será, D.m., el día 2 de marzo, a las 8 de la tarde.

Como algunas personas ya me lo han preguntado, adelanto que la Celebración Comunitaria del Perdón será, también D.m., el Miércoles Santo, 13 de abril, a las 8 de la tarde.

¡Qué bien nos hace celebrar con sencillez y hondura espiritual y eclesial los Misterios de nuestra Fe, sintiéndonos Iglesia universal y Comunidad cristiana!

Mucho ánimo también en este tiempo de gracia Sinodal, que comenzó el 21 de octubre de 2021, y que concluirá con la Asamblea de octubre de 2023.

En la Eucaristía del Miércoles de Ceniza nos uniremos oracionalmente a la petición del papa Francisco de orar juntos, de unir nuestras oraciones por la Paz, tan dramáticamente rota en estos momentos.  

Mucho ánimo y un afectuoso saludo para todos.

                                                                                           Antonio, Párroco

ADVIENTO/NAVIDAD/AÑO NUEVO

“Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado.” (Is.9,6…)

Parroquia «El Buen Pastor»

Queridos feligreses y hermanos en la fe y, queridos simplemente quienes deseamos hacer camino como personas de buena voluntad.

Estamos ya a las puertas de la Navidad, razón por la que quiero compartir con vosotros la alegría del Cumple de Jesús, el Señor, y haciéndolo con la oportunidad de esta página Web, además de los contactos personales y de las Eucaristías.

Cumple, éste, que nos recuerda el acontecimiento tan trascendente y decisivo en la historia humana que se ha convertido en fiesta anual para toda la cristiandad; aunque con el riesgo ahora de centrarnos en lo más ruidoso y social de la Fiesta, y olvidarnos de que en ella Dios expresa de manera absolutamente comprometida su interés por nuestro mundo, por nuestras vidas, hasta hacerse uno de nosotros y quedarse con nosotros.

Permitidme que haga mías, y las comparta con vosotros, las palabras de Felicitación del Papa Francisco:

“Desde ese pesebre, pobre en todo y rico en amor, Dios nos enseña su Amor infinito, y que el alimento de la Vida es dejarse amar por Él y, desde Él y con Él, amar a los demás”. Unos a otros.

Y también nos dice el Papa Francisco que  “no renunciemos a ser Navidad nosotros mismos queriendo iluminar con nuestra vida el camino de la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad”.

Miremos al Niño Jesús, sintiendo que en Él Dios nos regala su amor, su ternura; y nos sonríe con esa sonrisa divina que tiene el don de llegar a todos, percibiéndola quien desea y espera la verdadera Salvación, que comienza con un mundo más humano y fraterno para todos.

Gracias a este Niño todos podemos dirigirnos a Dios llamándole “PADRE”, redescubriendo y recreando así nuestro llamarnos y ser verdaderamente hermanos, desde la más próxima hasta la más distante y universal fraternidad; y sólidamente fundamentada en el amor real, que agradece las diferencias y ayuda a superar las dificultades de la convivencia y relación.

De verdad, no perdamos esta nueva oportunidad de vivir y celebrar lo más auténticamente posible el Cumple del Señor, ayudándonos para ello algo tan sencillo como algún signo alusivo y referencial, alguna oración sencilla en la cena de Nochebuena y Navidad, Fin de Año…; y por supuesto, el celebrar eucarísticamente estas Fiestas en alguna Comunidad.

¡FELIZ NAVIDAD y mucho ánimo para comenzar el Nuevo Año!

Antonio, Párroco

Camino de Adviento

Adviento, tiempo fuerte del año que comprende cuatro semanas en las que nos preparamos para el Nacimiento de Jesús, mediante la oración, la reconciliación y la práctica de la caridad.

Es tiempo de espera confiada y vigilante en la venida del Señor que trae la salvación. Nos llama a “orar incesantemente”, nos interpela a salir de la autorreferencialidad para abrir el corazón al Señor que viene, a gastar la vida con gestos concretos hacia nuestros hermanos, gestos que nos animan, nos liberan y nos fortalecen en la fe.

Estar despiertos y orar: ¡he aquí como vivir este tiempo hasta la Navidad!

Creyente, es aquel que a través de su hacerse cercano al hermano, como Juan el Bautista, abre caminos en el desierto, es decir, indica perspectivas de esperanza incluso en aquellos contextos existenciales tortuosos, marcados por el fracaso y la derrota. No podemos rendirnos ante las situaciones negativas de cierre y de rechazo; no debemos dejarnos subyugar por la mentalidad del mundo, porque el centro de nuestra vida es Jesús y su Palabra de luz, de amor, de consuelo…

Juan Bautista anuncia la venida inminente del Señor Jesús: ¡el Reino está cerca!

Entonces, para el pueblo ya no hay motivo de tristeza, ya no hay motivo para desalentarse, sino que todo lleva a un agradecimiento gozoso hacia Dios, que quiere siempre rescatar y salvar a los que ama. Y el amor del Señor hacia su pueblo es incesante, comparable a la ternura del padre hacia los hijos, del esposo hacia la esposa, como dice Sofonías: «Él exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo»

Este llamamiento del profeta es particularmente apropiado mientras nos preparamos para la Navidad porque se aplica a Jesús, el Emanuel, el Dios-con-nosotros: su presencia es la fuente de la alegría. De hecho, Sofonías proclama: «El Señor, tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador!».

Este mensaje encuentra su pleno significado en el momento de la anunciación a María. Las palabras que le dirige el ángel Gabriel a la Virgen son como un eco de las del profeta. «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lucas 1, 28). «Alégrate», dice a la Virgen. En una aldea perdida de Galilea, en el corazón de una joven mujer desconocida y humilde, Dios enciende la chispa de la felicidad para todo el mundo…

Y hoy, el mismo anuncio va dirigido a la Iglesia, llamada a acoger el Evangelio para que se convierta en carne, vida concreta. Dice a la Iglesia, a todos nosotros: «Alégrate, pequeña comunidad cristiana, pobre y humilde aunque hermosa a mis ojos porque deseas ardientemente mi Reino, tienes sed de justicia, tejes con paciencia tramas de paz, no sigues esquemas mundanos, sino que permaneces fielmente al lado de los pobres. Así, no tienes miedo de nada sino que tu corazón está en el gozo».

Viviendo así, en la presencia del Señor, nuestro corazón siempre estará en la alegría; alegría plena y humilde de todos los días, es decir, la paz.

María, la Madre de Dios, es nuestro modelo de fe, de esperanza, de caridad y servicio. Como en María, dejemos que el Espíritu Santo obre en nosotros, continúe abriendo nuestros corazones a la Palabra de Dios y nos convierta en tierra fértil para recibirlo en la Eucaristía. 

El centro de nuestro Adviento no está en nuestro «Yo», sino en el Tú de Jesús y tú de los hermanos, especialmente aquellos que necesitan ayuda. Así, dejaremos espacio al Amor que, también hoy, quiere hacerse carne y venir a vivir entre nosotros.

Es el misterio del encuentro del hombre con Dios. Un encuentro que no está bajo la bandera de prodigios asombrosos, sino en nombre de la fe y la caridad. De hecho, María es bendecida porque creyó: el encuentro con Dios es el fruto de la fe.

¡Crecer en fe durante el largo silencio del Adviento!: sin fe, inevitablemente permanecemos sordos a la voz consoladora de Dios y seguimos sin poder pronunciar palabras de consuelo y esperanza para nuestros hermanos.

Necesitamos “orar incesantemente” y darnos tiempos de “escucha, acogida y reflexión de la Palabra” para que se encarne de nuevo en nosotros comunicándonos el dinamismo de la fe y la caridad.

Este dinamismo es obra del Espíritu Santo: el Espíritu de amor que fecundó el seno virginal de María y que la instó a acudir al servicio de su pariente Isabel. Un dinamismo lleno de alegría que es todo un himno de júbilo alegre en el Señor, que hace grandes cosas con los pequeños que se fían de él

 ¡Así sea nuestra experiencia personal y comunitaria en el Camino de este Adviento!    

Puesta en marcha sinodal…

  • ¿Qué es El Sínodo?

Es una asamblea o un encuentro religioso consultivo, donde los obispos, reunidos con el Papa, intercambian información y experiencias, con el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan aplicación en el conjunto de la Iglesia.

  • ¿Qué significa Sinodalidad?

Es un término nuevo que expresa la identidad de la Iglesia como Pueblo de Dios en camino, en peregrinación hacia el Reino; subraya la dignidad común de todos los cristianos y afirma su corresponsabilidad en la misión evangelizadora.

  • ¿Cuál es el Tema de este Sínodo?

«Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión«, será el tema de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos convocada por el papa Francisco.

  • ¿Cómo colaborar hacia una Iglesia Sinodal?

El Papa Francisco nos dice que la Sinodalidad «es un camino principal en la vida de la Iglesia» y que «es un concepto fácil de expresar, pero no tan fácil de poner en práctica«.

Esta tarea y misión, punto fundamental para Francisco, revela la importancia de que el Obispo de Roma, los obispos, los pastores, los religiosos y el conjunto de los bautizados laicos avancen juntos y de la mano«El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio». El Papa está convencido de que, en una Iglesia sinodal, también su primado petrino “podrá recibir mayor luz”.

¿Cuál es su finalidad?

La finalidad del Sínodo de 2023 es escuchar a toda la Iglesia y encontrar métodos que faciliten el llevar este concepto de “sinodalidad” a la práctica.

Para lograr una escucha real y efectiva, Francisco ha introducido una novedad por primera vez en la historia de los Sínodos, y es que no se va a limitar a la Asamblea de octubre de 2023, sino que comenzará con fases previas de consulta en las Iglesias particulares.

  • ¿Qué tiene de novedoso el Sínodo de 2023?

El papa Francisco ha diseñado un itinerario sinodal que supone una modalidad inédita para preparar el camino hacia la Asamblea de 2023tanto por sus fases como por la implicación que pide a todos los bautizados.

El objetivo es la escucha real y garantizar que todos los creyentes pueden participar de alguna manera en el proceso sinodal. En esta ocasión se aplicará una metodología que garantiza que esa consulta sea real y efectiva.

  • ¿Cómo se llevará a cabo la consulta?

Se articulará en tres fases:

  • Fase diocesana: octubre 2021-agosto 2022.
  • Fase continental: septiembre 2022-marzo 2023.
  • Fase de la Iglesia universal: octubre 2023.

La fase diocesana y la fase continental darán lugar, por primera vez en la historia de los Sínodos, a dos documentos de trabajo distintos, con los que se trabajará después en Asamblea sinodal. 

  • ¿Cómo la haremos en nuestra parroquia?

Con el deseo de que nos impliquemos todos según posibilidades de cada uno, en tres niveles:

  • Grupo de reflexión voluntario para profundizar y sintetizar.
  • Reflexión/aportación individual mediante fichas de reflexión, que se entregarán en las eucaristías correspondientes, interesando a todas las personas posibles para aportar.
  • Los padres con hijos en la catequesis parroquial, en las reuniones mensuales del segundo año de catequesis.

Las fechas y horario de las reuniones del Grupo Voluntario de Reflexión serán:

            10 y 17 de diciembre.

            14 y 28 de enero.

            11 y 18 de febrero.

            De 7:30 a 8:30 de la tarde.

Quienes estéis dispuestos a participar en este grupo voluntario de reflexión, os agradecemos lo comuniquéis cuanto antes al Párroco, personalmente o por teléfono: 610 50 36 96

¡Dos celebraciones memorables: Santos y Difuntos!

Nos aproximamos al mes de noviembre que comenzaremos con dos celebraciones importantes y entrañables.

Sin duda, la mejor forma de celebrar y saborear estas Fiestas es comunitariamente en la Eucaristía.

Para ello, recordamos los horarios en nuestra parroquia:

  • Día 1 de noviembre, Festividad de Todos los Santos: a las 12:00 horas.

«La Iglesia peregrina en la tierra celebra, la memoria de los que alegran el cielo; recibe de ello estímulo y ejemplo, a la espera de alcanzar la corona del triunfo en la visión eterna de Dios».

  • Día 2 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos: a las 20:00 horas.

«La Iglesia, se dirige al Señor en favor de los que nos han precedido con el signo de la Fe y de todos los difuntos desde el principio del mundo, cuya Fe sólo Dios conoce, para que, purificados de todo pecado puedan gozar de la Plenitud eterna».

¡Felices, entrañables y animosas Celebraciones Eucarísticas!

Catecumenado de Confirmación

Se abre nuevo PLAZO de INSCRIPCIÓN para comenzar el

CATECUMENADO DE CONFIRMACIÓN, en este curso 2021-2022

(Parroquia El Buen Pastor)

Con motivo de la formación de nuevo grupo de CATECUMENADO DE CONFIRMACIÓN, en este curso comenzaremos con chicos/as, como mínimo, de 11 años, y cumplidos, como más tarde, el 31 de diciembre próximo.

Período de inscripción,  del 13 al 30 de octubre.

Los que decidáis hacer la inscripción, llamad antes por teléfono, y concertamos una hora que nos vaya bien.

Son dos cursos de Catecumenado, con unas dos sesiones mensuales en viernes, de 19:40 a 20:30 h. Los mismos días de la catequesis de infancia, pero a continuación de la misma.

El comienzo será el día 5 de noviembre. Se os dará calendario.

Este Sacramento, además de lo que significa como formación cristiana y de ayuda en el crecimiento como personas en una edad de cambio y de proceso crítico de maduración, facilita el poder ser padrinos de bautismo, confirmación…para otros, si lo deseamos.

Catequesis de infancia 2021-2022

Parroquia “EL BUEN PASTOR» – L U G O

parrbuenpastor@gmail.com

610 50 36 96 – 982 25 20 29

     INFORMACIÓN SOBRE CATEQUESIS DE INFANCIA 2021-22

Como todos los años por estas fechas, se acerca el tiempo de inscripción para la Catequesis de Infancia.

Para hacer la inscripción, y evitando para ello horario  predeterminado como antes de la pandemia,  a partir del  25 de septiembre y hasta el 8 de octubre inclusive, llamad antes por teléfono -en los días miércoles, jueves, viernes y sábado- para concretar día y hora.

En principio, y como en otros años, las sesiones serán de 50 minutos, en los viernes especificados en calendario.

La entrada será a partir de las seis y media de la tarde.

La salida se hará por grupos de forma escalonada.

En el momento de la inscripción ya se irá informando de todo ello.

Cualquier aclaración que necesitéis, no dudéis en llamar por teléfono.

Un saludo

Antonio (Párroco)

¡FIESTA de nuestra PARROQUIA!

¡El próximo domingo, 25 de abril, haremos especial Fiesta! Celebraremos, con gozo pascual, nuestro Santo Patrono: «El Buen Pastor». El señor Obispo nos acompañará presidiendo nuestra Eucaristía dominical. ¡Sintámonos todos invitados a celebrarlo eucarísticamente!

(El párroco)

Estamos en el Cuarto domingo de Pascua, Domingo del Buen Pastor. Hoy Jesús nos trae esta Buena Noticia: “Yo soy el Buen Pastor”. Nos expresa la ternura de Dios por cada uno de nosotros, que da la vida por cada uno de nosotros, y que a cada uno nos conduce de regreso a la casa del Padre.

Jesucristo, Buen Pastor, ama las ovejas y da su vida por ellas. Esta imagen del Buen Pastor, que se comprendía fácilmente en el tiempo de Jesús y que era frecuentemente usada en la Biblia, aparece aquí como una traducción concreta de cuanto ha sucedido en el misterio pascual: Cristo nos ha recogido de los pastos de muerte por donde nos habíamos dispersado, nos ha reconquistado para el amor de Dios, nos ha llevado a la plenitud de la comunión con el Padre. «Aquel buen Pastor que dio su vida por las ovejas salió a buscar la oveja perdida, por las montañas y colinas y no deja que se pierda ni una sola de sus ovejas; que va por la descarriada y que se alegra cuando, habiéndola encontrado, la carga a los hombros y la devuelve al redil». Es el pastor que da la vida, que arriesga la propia existencia, que no se reserva nada para sí, pues está en juego la vida de la oveja. ¡Misterioso e inconmensurable amor del Padre que ha amado al hombre hasta el punto de dar a su Hijo!¡Qué valor tendrá a los ojos de Dios la vida del hombre!

Todos deberíamos sentirnos hoy como la oveja que ha sido rescatada del abismo. Deberíamos de experimentar aquello de san Pablo: «Me amó y se entregó a sí mismo por mí». ¡Qué agradecimiento debería nacer de nuestra alma hacia ese Jesús que, por mí, ha muerto en una cruz! Por mí, es decir, a favor mío. Por mí, es decir, en mi lugar.

El secreto de la vida cristiana está todo en experimentar el amor del Padre en Cristo Jesús por el Espíritu. Todo lo demás viene por añadidura. Experimentar que Dios me ha amado con un amor eterno y que, por eso, mi oficio en adelante es también el del amor:

Mi alma se ha empleado
y todo mi caudal en su servicio.
Ya no guardo ganado
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.

(San Juan de la Cruz, Cántico Espiritual 28)

¡Cristo revela el hombre al mismo hombre. Más aún, Cristo revela al hombre el Amor del Padre!

¡Hagamos Fiesta abriendo, especialmente hoy, nuestro oído, nuestra mente y nuestro corazón a Él, nuestro Buen Pastor!



¡Feliz Pascua de Resurrección!

Mis mejores deseos de una Feliz Pascua para todos, en la que sigamos creciendo en Frutos del Espíritu, animados por estas palabras del Papa Francisco:

“Proclamamos la resurrección de Cristo cuando su luz ilumina los momentos oscuros de nuestra existencia y somos capaces de compartirla con otros; cuando reímos con los que ríen y lloramos con los que lloran; cuando acompañamos al triste o en peligro de perder la esperanza; cuando relatamos nuestra experiencia de fe a los que están buscando la felicidad…ahí, con nuestra actitud, con nuestro testimonio, con nuestra vida, decimos Jesús ha resucitado”.

(El párroco)

«Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea: allí le veréis» (Mt. 28, 7)

En la Vigilia Pascual 2021, el Papa Francisco nos invita a ir a Galilea en nuestro interior para experimentar el asombro que produce el amor infinito del Señor, para aprender que la fe, para que esté viva, debe ponerse de nuevo en camino y para aprender a encontrar a Cristo resucitado en los rostros de nuestros hermanos.

Ha reflexionado sobre el Evangelio según Marcos, que relata cuando las mujeres pensaron que iban a encontrar el cuerpo para ungirlo, en cambio, encontraron una tumba vacía: “habían ido a llorar a un muerto, pero en su lugar escucharon un anuncio de vida”.

Las mujeres – dice el Evangelio – “estaban desconcertadas”, y el Papa explica que este desconcierto “es miedo mezclado con alegría”. “Es la maravilla de escuchar esas palabras: ¡No se asusten! Aquel al que buscan, Jesús, el de Nazaret, el crucificado, resucitó” y después es invitación: “Él irá delante de ustedes a Galilea y allí lo verán”. Francisco nos invita hoy a ir a Galilea, explicando qué significa hacer este “viaje” interior.

 “Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo”. Para los discípulos “fue regresar al lugar donde el Señor los buscó por primera vez y los llamó a seguirlo” y desde aquel momento, habiendo dejado las redes, siguieron a Jesús. Sin embargo – dice el Papa – “muchas veces malinterpretaron sus palabras y ante la cruz huyeron, dejándolo solo”. A pesar de este fracaso, “el Señor resucitado se presenta como Aquel que, una vez más, los precede en Galilea, va delante de ellos, los llama y los invita a seguirlo, sin cansarse nunca”.

Así, en esta Galilea “experimentamos el asombro que produce el amor infinito del Señor, que traza senderos nuevos dentro de los caminos de nuestras derrotas” y este es el primer anuncio de Pascua que nos ofrece el Papa: “siempre es posible volver a empezar, porque existe una vida nueva que Dios es capaz de reiniciar en nosotros más allá de todos nuestros fracasos”.

Ir a Galilea, en segundo lugar, significa “recorrer nuevos caminos”. Muchos viven la “fe de los recuerdos”, como si Jesús fuera un personaje del pasado, un amigo de la juventud ya lejano, un hecho ocurrido hace mucho tiempo, cuando de niño asistía al catecismo “que ya no me conmueve, que ya no me interpela”. En cambio, ir a Galilea significa “aprender que la fe, para que esté viva, debe ponerse de nuevo en camino”, “debe reavivar cada día el comienzo del viaje, el asombro del primer encuentro” y “debe confiar, sin la presunción de saberlo ya todo, sino con la humildad de quien se deja sorprender por los caminos de Dios”.

Su segundo anuncio de Pascua es que “la fe no es un repertorio del pasado, Jesús no es un personaje obsoleto, Él está vivo, aquí y ahora”. De hecho – recuerda el Papa – “camina contigo cada día, en la situación que te toca vivir, en la prueba que estás atravesando, en los sueños que llevas dentro. Aunque todo te parezca perdido, Él te sorprenderá”.

Por último, nos explica que ir a Galilea significa “ir a los confines” porque Galilea “es el lugar más lejano, desde donde Jesús comenzó su misión”. “En Galilea aprendemos que podemos encontrar a Cristo resucitado en los rostros de nuestros hermanos, en el entusiasmo de los que sueñan y en la resignación de los que están desanimados, en las sonrisas de los que se alegran y en las lágrimas de los que sufren, sobre todo en los pobres y en los marginados”. “Con Él – subraya – la vida cambiará”.

Tras esta invitación, el Papa expresa su tercer anuncio de Pascua: “Jesús, el Resucitado, nos ama sin límites y visita todas las situaciones de nuestra vida. Nos invita a acercarnos a quienes están junto a nosotros cada día, para redescubrir la gracia de la cotidianidad”.

¡Cuidemos esta Presencia Resucitante y Resucitadora en nuestra vida para una más Feliz Pascua!

Tanatorio Parroquia

¡AVISO!

(Parroquia «El Buen Pastor»)

Desde hace algún tiempo, aparece en GOOGLE una información referida al tanatorio de El Buen Pastor, de servicio parroquial, con la siguiente entrada: “Tanatorio El Buen Pastor LUGO/Ubicación….”.

Esta entrada está muy próxima a la de nuestra página Web parroquial.

Dado el perjuicio que está causando tanto a personas que desean ponerse en contacto con el tanatorio como a personas que desean informarse de horarios de culto, etc…, es necesario aclarar lo siguiente:

1º.- La autoría de esta página nada tiene que ver con nuestra parroquia. Es una total apropiación ajena por parte de una tal “Funeraria Hermida” en Lugo, y con la cual es imposible contactar, tanto por dirección postal como por el teléfono que ahí aparece (644 633 132).

2º.- Toda la información, incluidas las imágenes, es utilizada sin autorización alguna y a modo de usurpación, ignorando por nuestra parte la intencionalidad.

3º.- Ese teléfono nada tiene que ver con nuestros teléfonos de contacto de la Parroquia, gestora del tanatorio; tampoco son válidos los horarios de misas. Como se informa en nuestra página Web (https://buenpastorlugo.wordpress.com), los teléfonos de contacto y horarios de culto, etc. son otros.

4º.- Esta situación anómala, que tanto confunde a interesados en contactar con el tanatorio y a quienes desean informarse de horarios de culto, ha sido denunciada en la Policía y está en proceso por vía civil en el Juzgado de Lugo.

Pedimos disculpas por todo ello, sabedores de las molestias que esta página está causando.

Oficios Semana Santa

Jesús, el Señor, nos ha enseñado cómo partir el Pan de la Mesa para ser «compartido». No nos ha hurtado su propio Viernes Santo, acompañando y fortaleciendo así el sufrimiento humano, e iluminándolo con el resplandor de su Resurrección. No nos priva de la «noche oscura», de tantas noches oscuras, pero acompañándonos en ella y […]

¡Fiesta de S. José, dentro de Su Año Propio!

El viernes 19 de marzo, aún siendo laborable en Galicia, es día de Fiesta a nivel de Iglesia. Por ello, celebraremos la Eucaristía de la víspera a las 20:00 horas y el propio día de S. José a las 12:00 horas.

Parroquia «El Buen Pastor» Lugo

¡Año de San José convocado por el Papa Francisco!

El martes 8 de diciembre de 2020, el Papa Francisco convocó el Año de San José para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, con el cual el Beato Pío IX declaró a San José Patrono de la Iglesia Universal. Indicó que este año se establece para “que todos los fieles siguiendo el ejemplo de San José puedan fortalecer cotidianamente su vida de fe cumpliendo la voluntad de Dios”.

La Iglesia a través del calendario litúrgico incluye fiestas como Pascua y Navidad, y tiempos como Cuaresma y Adviento. Sin embargo, los Papas pueden dedicar un tiempo para que se reflexione con mayor profundidad sobre un aspecto específico de la enseñanza o creencia católica.

Algunos temas que los Papas han escogido recientemente son: el Año de la Fe, el Año de la Eucaristía y el Año del Jubileo de la Misericordia.

El Santo Padre señaló que la pandemia de coronavirus ha aumentado su deseo de reflexionar sobre San José, dado que muchas personas durante la pandemia han realizado esfuerzos ocultos para proteger a otros, al igual que San José protegió y cuidó en silencio a María y Jesús.

“Todos pueden encontrar en San José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad”, escribió el Papa en la carta apostólica Patris corde. indicó que desea resaltar el papel de San José como padre que sirvió a su familia con caridad y humildad, y agregó que “la Iglesia de hoy en día necesita padres”.

El Año de San José ha comenzado el 8 de diciembre de 2020 y concluirá el 8 de diciembre de 2021. Durante ël, la Iglesia Católica concederá indulgencias según una serie de condiciones establecidas por la Penitenciaría Apostólica: confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por las intenciones del Santo Padre.

Se pueden recibir indulgencias durante este año a través de más de una docena de oraciones y acciones diferentes, que incluyen orar por los desempleados, confiar el trabajo diario a San José, realizar una obra de misericordia corporal o espiritual, o meditar al menos durante 30 minutos el Padre Nuestro.

Los católicos no adoran a los santos, pero piden su intercesión celestial ante Dios y buscan imitar sus virtudes aquí en la tierra. La Iglesia Católica honra a San José como el padre adoptivo de Jesús y se le invoca como el Santo Patrono de la Iglesia Universal, patrono de los trabajadores, los padres y de la buena muerte.

Oración de petición a san José

San José, padre adoptivo de Jesús,
Custodio de la Sagrada Familia,
Hoy frente a tu imagen queremos pedirte
que intercedas por todos los padres del mundo.
Que eduquen a sus hijos en el amor de Dios como tú lo hiciste,
que les enseñen a escuchar tu palabra y a vivir según tu voluntad.
Que junto a sus esposas les brinden un hogar
donde el amor y el respeto sean el pan
de cada día como en la Sagrada Familia.
Que nunca les falte la salud y el trabajo digno
para llevar el sustento necesario a sus casas.
Que sepan disfrutar de los momentos de alegría y tristeza.
Y que al final del recorrido en esta vida
se vean acompañados por el amor de los suyos.
Amén.

Morir entre guerras

Aún conscientes de la extensión de este artículo, dada la actualidad del tema y la profunda seriedad con que es tratado por el autor -quien nos lo ha cedido generosamente- invitamos a una pausada lectura que nos beneficiará…

La segunda guerra mundial supuso una transformación radical para el mundo de la salud. Universalizó el uso de antibióticos como la penicilina, las transfusiones de sangre erradicaron las sangrías medievales, las vacunaciones masivas o el uso de analgésicos para combatir pandemias y controlar el dolor fueron aportaciones que cambiaron la expectativa ante la vida y la muerte. Tras la década de los años 60 y los 70, el uso de inmunosupresores, como la ciclosporina, abrió el campo para realizar de forma masiva los trasplantes de órganos. La incorporación de respiradores, máquinas de diálisis o circulación sanguínea extracorpórea, que podían prolongar la existencia en situaciones vitales críticas, planteaban nuevos problemas para la ética: ¿cuándo desconectar o prolongar la vida en procesos irreversibles? Surgía la medicina intensiva dentro de los hospitales en las UCIs. No digamos la influencia que tuvieron nuevos métodos de diagnóstico como los rayos X, la ecografía o el TAC. El tradicional “ojo clínico” del experimentado médico quedó extinguido por los análisis en laboratorio o la evidencia que ofrecía la imagen directa del interior del cuerpo sin cirugía.

En la década de los 90, la incorporación de un inmenso arsenal tecnológico al ámbito de la medicina planteaba, como problema ético, si no estábamos deshumanizando un arte que ponía, por delante del paciente, el respeto a los protocolos que determinaba la ciencia. La muerte, al finalizar el siglo XX, era más un tema para los técnicos, científicos y especialistas médicos que una cuestión personal e intransferible a la que cada cual se ha de enfrentar y dotar de sentido. La responsabilidad personal ante la salud fue transferida a los sistemas sanitarios como un derecho sin límites alimentado por el discurso político. Los profesionales sanitarios, ante tantos derechos de los enfermos, empezaban una “praxis a la defensiva” exigiendo el consentimiento informado ante cualquier acto médico. La relación de confianza que había sido, desde la medicina hipocrática, el soporte que hacía posible cualquier acto terapéutico quedaba supeditada a la burocracia, invadiendo todos los actos médico-sanitarios. Pasar más tiempo mirando la pantalla del ordenador que a los ojos del paciente, “escuchar” más las pruebas diagnósticas que al ser humano sin suelo, in-firmus, donde seguir sosteniendo su existencia planteaba nuevos problemas para bioética.

En poco más de medio siglo, la esperanza de vida, rondando los 84 años de media en nuestros días, se ha multiplicado exponencialmente triplicando la población mundial. El modo de terminar la existencia en las sociedades ricas ha sufrido profundos cambios. De morir en la cama de casa, rodeados de familiares, sin mucho arsenal para paliar el dolor, deportamos el final al hospital. De la intimidad del hogar pasamos al anonimato en la habitación de un centro sanitario con muchos más medios para controlar síntomas, soporte técnico y profesionales cualificados. Antes, cuando se estaba en las últimas en el hospital, el médico desahuciaba al enfermo y le daba el alta para morir en su casa, con los suyos. Ahora, cuando se está en las últimas en casa, se llama a urgencias para trasladar al moribundo al hospital para que acabe su vida allí, muchas veces en la camilla de un pasillo expuesto a la vista de todos, esperando que le asignen una habitación. La muerte en casa es algo “sucio” y desagradable, genera mucho lío e incomodidad.

Iniciamos el siglo XXI con un progreso en bioingeniería que prometía solucionar los límites de la propia biología. Podíamos tocar el ADN, cortarlo y pegarlo, para erradicar enfermedades; regenerar tejidos viejos o dañados con células madre; diseñar medicamentos diana inteligentes con nanotecnología; los órganos que se trasplantaban antes verán ahora reprogramadas sus células sin tener que sustituirlos. La muerte, en la pereza intelectual que produce la sociedad de la abundancia, quedaba fuera de las preocupaciones personales; sería resuelta por los avances de la ciencia y, con un poco de suerte, hasta nos tocaría a nosotros disfrutar de una longevidad insospechada por nuestros antepasados.

Mientras tanto, llegó el “bicho”, situándonos en un contexto bélico sin tiros, sin cañones y sin munición. Desde marzo de 2020, nos ofrecen a diario el parte de bajas y heridos. El cómputo total revela decenas de miles de muertos y cientos de miles de heridos, eso sí, sin ver un solo cadáver. Algunos dicen que la guerra de Vietnam se perdió porque se veía en directo la sangre y la muerte; aquella niña corriendo mientras le caían a jirones los trozos de piel quemados por el napalm hizo más por el final de la guerra que todos los movimientos pacifistas. Los ciudadanos se rebelaron ante la brutalidad de lo real. Desde entonces, los conflictos bélicos son presentados como un juego de guerra virtual. Los muertos no son reales, el sufrimiento y la sangre son parte del atrezo, las bajas simples datos para saber si se está perdiendo o ganando el juego. Asistimos, intelectualmente perezosos, repito, a cambios en los criterios para decidir el número de muertos por un virus en función de los intereses del poder político y de la táctica para triunfar en la necia batalla del relato. El número de muertos ya no lo tomamos de los muertos reales, estos han dejado de ser ya los muertos. Aquel último tabú que quedaba en occidente, del que hablaba Philippe Aries, ha mutado; ahora forma parte de un alambicado juego de rol construido a base de intereses y mentiras. Esta banalización de la muerte real en la sociedad del placer quizá sea la enfermedad terminal en la que se encuentra la cultura del bienestar.

Las salas de espera, en las urgencias hospitalarias, se llenan de personas con unos síntomas tan graves que necesitarían más que nunca a los seres queridos cerca y, sin embargo, se les ha obligado a quedarse en la puerta. Si no fuera hoy tan peligroso, debería ser obligatorio, como pedagogía ética ante la muerte real, visitar una de estas salas, escuchar los sonidos de pitidos y ruidos de respiradores inyectando aire a pulmones de pacientes sedados boca abajo en las UCIs; ver a los profesionales dando lo mejor de sí para mantener sus constantes vitales cogiendo vías por las que administrar medicación y suero. Un tercio de ellos ya se han infectado de COVID-19. Asumen el riesgo, no solo de contagiarse, sino de contagiar a sus seres queridos. Los diálogos silenciosos entre ellos se establecen a base miradas. La impotencia ante el monitor que aplana la línea del latido cardíaco, después de días de estrés y esfuerzo porque estuviese a ritmo, desmoraliza y extenúa las pocas energías que quedan después de días de doblar turnos ante la falta de compañeros y las bajas por contagio. Ahora toca la llamada a los familiares para comunicar la muerte. Y las lágrimas empiezan a brotar al llegar de vuelta al centro de control. La prisa para que esa cama quede disponible inmediatamente para otro paciente crítico en la lista de espera no deja mucho tiempo y espacio para recomponerse. Además, en una reunión del equipo de UCI, hay que tomar decisiones. Como no hay camas para toda la lista de críticos, hay que decidir quién ocupa la cama vacía: si una persona con 83 años con una neumonía bilateral y un nivel de saturación de oxígeno mínimo o bien otro que tiene 37 en el mismo estado. Tienen que decidir quién vive y quién muere, como ocurre en la medicina de guerra o grandes catástrofes, sin mucha deliberación pues pueden irse los dos pacientes si tardamos demasiado en optar por uno u otro.

  Ante la necia e inmoral frivolidad de jugar con las cifras de muertos, necesitamos ver y escuchar la brutalidad de lo real. No cabe la ética indolentemente cínica ante el poder que emana de rostros reales de muertos, de decenas de miles. En mayo de 1945, los aliados llevaron a los alemanes, que decían desconocer lo que acontecía en los campos de concentración, a ver en directo miles de esqueléticos cadáveres, oler su hedor y darles sepultura. Justificaban su pasividad ante el holocausto en la información que les había ocultado la hábil maquinaria de propaganda goebbelsiana: “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Los muertos en aquella guerra fueron millones; en esta también lo serán, aunque como no hay bombas, ni cámaras de gas, ni tiros, distraídos por los medios de información con anécdotas y tontadas, asistimos a la muerte virtual como si no hubiésemos aprendido nada entre guerras reales.

Si la pandemia del covid-19 ha puesto de manifiesto algo es el mal morir, por mucho que se oculte, niegue o disfrace. Si reflexionamos un poco sobre la condición humana, esta tiene peculiaridades que nos diferencian sustancialmente del resto de seres vivos. Para perpetuar la vida, todas las especies, incluidos nosotros, cuidan la descendencia por la extremada fragilidad en sus inicios. Hasta los animales más fieros se transforman, desde una insospechada ternura, cuando alimentan, protegen o limpian a sus crías. En esto, los humanos no somos muy distintos como especie y por eso produce tanta repugnancia moral conocer que un bebé recién nacido ha sido abandonado vivo en un cubo de basura: esto no lo hacen ni el resto de animales. Descendemos, como humanidad, a un nivel en el que el resto de vivientes están por encima de nosotros. Todos necesitamos ser cuidados para iniciar la andadura de la existencia; la vulnerabilidad radical en el punto de partida de la vida, si no es celosamente atendida, la hará inviable. Cuidar en los inicios no es lo original, ni identificativo de nuestra especie. Algunas especies dan y reciben cuidados a lo largo de la vida. Todos hemos visto a primates desparasitarse unos a otros en una relación de cuidado mutuo. Los humanos también damos y recibimos cuidados de manera cotidiana. La lógica de la reciprocidad de los cuidados tampoco sería una característica definitoria y exclusiva de nuestra especie. Lo que ninguna otra hace, excepto nosotros, es cuidar el final de la vida de nuestros semejantes incluso después de la muerte. Esto sí nos identifica como humanidad. Mientras que el resto abandona al miembro de la manada viejo y moribundo para que, alejándose a un lugar apartado, termine su vida solo y sin cuidados, la especie humana hace justo lo contrario. El final más humano es el que más cuidados, compañía, afecto y ternura ha recibido. La pandemia no solo ataca y termina con vidas, también pone entre paréntesis nuestra condición humana en la manera de morir. Otras patologías permiten la compañía, el afecto, el cariño de la familia y los amigos hasta el final. Este virus rompe con esa posibilidad. Hay que morir mal sí o sí. Nadie significativo puede estar a tu lado. Nada de besos y caricias. Nada de palabras de despedida y miradas de complicidad. Este Covid nos fusila sin la posibilidad de un juicio justo, sin una defensa apropiada y sin poder pedir el último deseo. Es un mal morir; una brutal y trágica manera de irse. Pensemos por un momento lo ocurrido en tantas residencias de mayores y en cómo han muerto.

Creemos que al final no se ha de romper con lo más genuino de lo humano, lo que nos identifica y dignifica. Esta dimensión relacional y comunitaria del cuidado transita en los inicios de la vida de una manera evidente; durante ella queda suficiente constancia de su presencia, pero es en el final donde cobra toda su plenitud. Una dificultad para estimar esta dimensión comunitaria del cuidado en el tramo último del viaje es esa cierta soberbia cultural que afirma: “No le debo nada a nadie, soy lo que soy gracias a mí mismo”. Olvida esta soberbia introyectada a nivel individual que uno mismo sería nada sin los otros, que somos gracias a ellos y por ellos. Que podré salir de esta vida dignamente, como un yo identificado, si en mi fragilidad última alguien me reconoce como parte de sí mismo, se hace cargo de mí, carga conmigo y se encarga de mí.

Las últimas décadas han medicalizado la muerte, como la vida en general, pero esta pandemia ha ido hacia la expropiación del último y único momento de la existencia donde vivir más radicalmente lo más humano de lo humano: los afectos más profundos, la mano cogida y mantenida hasta que empieza a enfriarse de la persona querida, los espacios para las reconciliaciones y el perdón, los momentos para expresar la gratitud por lo dado y recibido, los últimos consejos y deseos, las miradas cuando ya no hay palabras, la experimentación de lo que termina y de lo que permanecerá. Es el momento de la apropiación de la fe religiosa, donde lo creído deja de ser creído para ser experimentado como misterio, como ausencia o presencia, como encuentro. Es la oportunidad para que la muerte dignifique plenamente al ser humano que fallece y al entorno que permanece. Este «bicho» se está convirtiendo en el ladrón de nuestra dignidad y de nuestra identidad.

Francisco José Alarcos Martínez

Catedrático de Ética Teológica de la Universidad Loyola

Facultad de Teología. Campus de Granada

falarcos@uloyola.es

¡Llega una Nueva Cuaresma!

Con el Miércoles de Ceniza, el próximo 17 de febrero, comenzaremos la Cuaresma. Lo haremos Comunitariamente con la Eucaristía a las 20:00 horas y con el simbolismo propio del Rito de imposición de la Ceniza, adaptado a la situación actual.

Para la Cuaresma del 2021 el Papa Francisco, nos recuerda que este tiempo litúrgico es tiempo de conversión, renovando nuestra fe, saciando nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibiendo con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos en Cristo.

Las virtudes teologales son el centro del mensaje del Papa, quien también nos invita a hacer vida las condiciones de conversión propuestas ya por Jesús: el ayuno, oración y limosna.

Los 3 puntos fundamentales de su mensaje para esta nueva Cuaresma son:

  • La fe nos llama a acoger la Verdad y ser testigos

En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación (…) Esta Verdad es Cristo mismo que, asumiendo plenamente nuestra humanidad, se hizo Camino —exigente pero abierto a todos— que lleva a la plenitud de la Vida.

La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle ‘poner su morada’ en nosotros. Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones —verdaderas o falsas— y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero ‘lleno de gracia y de verdad’: el Hijo de Dios Salvador.

El ayuno –nos dice el Papa- vivido como experiencia de privación, para quienes lo viven con sencillez de corazón lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento.

  • La esperanza como ‘agua viva’ que nos permite seguir nuestro camino

En el contexto actual de preocupación que vivimos, en el que todo parece frágil e incierto, hablar de esperanza podría parecer una provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación.

En la Cuaresma, estemos más atentos a decir palabras de aliento que reconfortan, fortalecen, consuelan, estimulan.., en lugar de palabras que humillan, entristecen, irritan, desprecian…

En el recogimiento y el silencio de la oración –añade el Papa- se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.

  • La caridad, la expresión más alta de nuestra fe y esperanza

Una Cuaresma de caridad requiere vivir al cuidado de quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia; con nuestra caridad ofrecer una palabra de confianza para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo.

Gracias al don de la caridad, que da sentido a nuestra vida, consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, amigo, hermano. Lo que tenemos lo compartimos con amor viendo que no se acaba sino que se transforma.

Así sucede con nuestra limosna, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez.

En síntesis, el Papa Francisco nos invita a vivir esta Cuaresma 2021 “como camino de conversión y oración«, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda a reconsiderar comunitaria y personalmente, la fe que viene de Cristo vivo, la esperanza animada por el soplo del Espíritu y el amor, cuya fuente inagotable es el corazón misericordioso del Padre.

Asistencia según Restricción de Aforo

Según establece el DOG 26/1/2021 ( 8/21), el límite máximo de asistentes en todas las celebraciones será de 1/3 del aforo.

(Estará en vigor hasta  las 00:00  horas del 27 de febrero, 2021)

Dado que no tenemos problema de aforo, mantenemos el horario de misas habitual durante el tiempo de pandemia:

  •  los jueves y sábados: 20 h ,
  •  los domingos: 12 h

Y manteniendo las medidas preceptivas de higiene y distancia.

(En el panel grande del vestíbulo de entrada se especifica este aspecto)

Continuamos teniendo en cuenta:

  • Necesario venir con mascarilla.
  • Desinfección de manos y de calzado en alfombra, a la entrada.
  • A excepción de grupos de convivencia familiar, situarse a una distancia mínima de metro y medio.
  • No siendo convivientes, una persona en cada banco y alternando extremos.
  • Entre la capilla grande y la pequeña, aforo de 90 personas. En el coro, 10.
  • No darse la paz con contacto físico.
  • Para comulgar, no hacer fila o con distancia suficiente.
  • Comulgar en la mano.

ADVIENTO-NAVIDAD / AÑO NUEVO

“Tiempo de gracia que nos abre la mirada y el corazón al Milagro Encarnado y, desde Él, al hermano y al mundo”

A las puertas de estas Fiestas tan entrañables, me dirijo a vosotros, querida y amplia familia de esta parroquia, para –con vosotros/as- compartir mis mejores deseos de armonía y de paz; tanto desde el sentimiento humano, como desde la hondura del espíritu navideño: el “Cumple del Señor”.

Estos buenos deseos sin duda que están presentes en todos vosotros; de ahí la riqueza del compartir en múltiples direcciones, fortaleciendo así los lazos comunitarios y de amistad. Grandeza de la condición humana cuando nos deseamos comprometidamente lo mejor unos a otros.

Las circunstancias que en estos momentos nos toca soportar, y en las que nos vamos preparando para la Navidad, no son las que todos hubiéramos deseado; pero están ahí, afectándonos en mayor o menor medida también a todos.

Puede que estas circunstancias nos estén diciendo que nuestra paz interior, el sentirnos razonablemente bien y afrontando todo con fuerza de ánimo y horizonte esperanzador, son realidades o deseos muy frágiles si los hacemos depender exclusiva o excesivamente de que “todo” nos vaya bien, de poder disfrutar de todas las cosas o de confiar también excesivamente en nuestra autosuficiencia para arreglarlo todo a través de nuestros logros.

Los grandes anhelos del corazón humano están abocados al fracaso frustrante si sólo se apoyan en el bienestar que esperamos de las cosas y de las situaciones.

A lo largo del camino y hasta el final del camino, la verdadera llave para alcanzar con consistencia esa alegría y esa paz está en lo que vamos a celebrar muy pronto: el “Dios con nosotros”, el “Cumple del Señor”.

Cuando dejamos al Señor que nos vaya modulando día a día, tejiendo armónicamente ese dinamismo entre nuestras “grandezas” y nuestras miserias, ¡cómo va cambiando nuestro mundo interior! Va cambiando el clima en nuestras familias, nuestras interrelaciones…, y el modo de afrontar individual y colectivamente las circunstancias de nuestros caminos y travesías.

Circunstancias adversas y no deseadas que nos toca soportar muchas veces como pacientes, pero también como protagonistas comprometidos para mejorarlas, para uno y para los demás; mejor tal vez, para los demás y, en consecuencia, también para uno.

Por ello, qué forma más auténtica y fecunda de prepararnos para la Navidad abriendo nuestro espíritu, nuestra vida, nuestros hogares, nuestra realidad social, al acontecimiento divino y salvador que se expresa en lo más pequeño, en lo más humilde, en lo más sencillo: en un “Portal de Belén”.

Este abrirnos es “hacer camino”, camino que nos marca el Adviento como estrella hacia el “Belén”.

Esto es centrar e intentar sentir y celebrar la Navidad en clave cristiana, que es la verdadera.

Si prescindimos de su dimensión sagrada, salvífica, de fe, no es «NAVIDAD». En todo caso será o sería un pretexto para manifestaciones y celebraciones como las felicitaciones, las luces, las vacaciones, las reuniones familiares y sociales, etc.

Muy legítimo y puede que bueno todo esto pero; sólo por ello, no es Navidad en su genuino/verdadero sentido.

Pues resulta que, no deseando para nada esta larga y penosa travesía desde hace casi un año, puede que nos ayude a celebrar muy hondamente esta Navidad, tanto en su dimensión sagrada como en su expresión religiosa; aspectos estos tan necesarios cuanto más percibimos nuestra fragilidad y vacío existencial si sólo nos quedamos en lo puramente humano, social y técnico.

Sin duda que la contemplación oracional del Niño Dios, así como las correspondientes celebraciones eucarísticas compartidas comunitariamente, nos harán más fuertes para afrontar con más ánimo, y animándonos, las circunstancias adversas de nuestro caminar.

Y, si estas Fiestas no podemos celebrarlas este año en amplios grupos de familia o amigos, tenemos claro que de ninguna manera faltará en esas cenas y comidas la presencia alentadora del Niño/Dios, tal vez haciendo así más fuertes nuestros lazos de familia y amistad al percibir la no presencia y sí la distancia.

¡Qué, como Juan Bautista, preparemos los caminos al que ha de venir; caminos que Dios quiere para todos!

¡Qué, con los Ángeles, sepamos dejar resonar en nuestro corazón la “Gloria del Señor”!

¡Qué, como los Pastores, lo adoremos humilde y gozosamente!

Y, ¡qué, con María y José, queramos ofrecerle al Niño-Dios un humilde “belén” en nuestro interior, en nuestros hogares, en nuestro mundo!

A vosotros, queridos feligreses, y a todos los que accedáis a esta página, os deseo de corazón lo mejor; os deseo fortaleza de ánimo y, animándonos unos a otros desde esa mirada amplia de la grandeza del corazón.

¡Qué con esta disposición podamos comenzar el próximo año!

¡FELIZ CUMPLE DEL SEÑOR!

y

¡FELIZ PRÓXIMO AÑO NUEVO!

Antonio, Párroco

¡Adviento! ¡Renovemos la Esperanza!

Hemos celebrado la Encarnación el 25 de marzo y celebraremos su Natividad el 25 de diciembre.

Esto es la Pascua Descendente del Hijo del Padre, del Verbo de Dios, “Dios con nosotros”, Enmanu-EL.

Para celebrar la Pascua Descendente comenzamos, de nuevo, otro Año litúrgico (Ciclo B, siguiendo el evangelio de Mc) este 29 de noviembre con el Adviento que mira siempre a la Navidad. Son días dedicados al Misterio de la NAVIDAD/EPIFANÍA de Jesús: Salvador de los Hombres. Panorámicamente, de los 7 domingos de este Tiempo fuerte:

  • 4 son de Adviento: orientados al futuro y animados de lleno por la Esperanza.
  • 2 se adentran en el Tiempo de Navidad: el 1 de enero es su octava y la Epifanía el 6 de enero.
  • 1 es para celebrar el Bautismo, que cierra este Tiempo fuerte.

¡Adviento!… tiempo de espera y esperanza. María es su figura central porque vivió el más profundo y real; Ella nos lo enseña a vivir desde la sencillez, el asombro y la gratitud. Desde el silencio y la adoración al Niño que lleva en su seno. Aquel que viene, que ya está a la puerta y llama, queriendo nacer en cada corazón y en el corazón de la Humanidad. San Agustín afirma: “María concibió a Dios en su corazón antes que en su cuerpo”.

Así, nos enseña el camino para que Jesús nazca en nuestro propio interior: fe incondicional en las Promesas de Dios, confianza, entrega y fidelidad al plan de Dios. Nos enseña a hacer la voluntad del Padre y a ser fieles al plan de Dios. “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). Esta podía ser nuestra oración de Adviento. Una oración repetida continuamente para que se encarne en nuestro corazón y anide en él.

Y, también otra profunda oración que exprese nuestro hondo Deseo: Ven Señor. ¡Marana Tha¡¡Ven Señor!

“La esperanza no es la convicción de que las cosas saldrán bien, sino la certidumbre de que hay cosas que tienen sentido más allá del resultado final” (Vaclav Havel).

  • Dios no se cansa de amar: esta buena noticia mantiene nuestra esperanza. La sostiene la certidumbre del Amor de Dios por la Humanidad y por toda la creación que se nos ha revelado en Jesús.
  •  La esperanza no es un optimismo fácil que cierra los ojos a la realidad, sino un ancla echada en Dios. No es un sentimiento sino una decisión. Sus signos pueden encontrarse ya en los lugares más inesperados de la tierra.
  • Nos atrevemos a creer en la presencia del Espíritu Santo en nuestros corazones y en el mundo. Nos apoyamos en esta Presencia, aunque sea invisible. Y, le expresamos nuestro Deseo orante:

Ven para los pobres, para los indefensos, para los hambrientos de pan y de justicia. Ven para los refugiados, para los inmigrantes, para los que no tienen trabajo, para los heridos por la vida… Ven para los que sufren la pandemia y sus secuelas… Ven para tu Iglesia… Ven para nosotros que somos  frágiles… Sólo Tú, Señor Resucitado, con tu venida, puedes devolver a este mundo la esperanza que tanto necesitamos y hacer que nosotros colaboremos en ello.

¡Esperamos!

A Aquel que llena de alegría nuestro mundo.

Al recién nacido que rejuvenece a la Humanidad.

Al Fruto que se inclina para saciar nuestra hambre.

Al Bueno que enriquece nuestra pobreza.

Al Médico que se acerca para curar nuestras dolencias.

Al Hijo de Dios que por su venida da la vida al mundo.

Al Silencioso, que va a hablarnos por su Voz.

Al Oculto cuyo Hijo va a hacerse visible.

Al Viviente cuyo Hijo se hace mortal.

Gloria a la Fuente que va a ser enviada para nuestro perdón.

Gloria al Misericordioso que llevará nuestras cargas.

Gloria a su venida que da la Vida a los seres humanos.

Gloria al que viene a nosotros por su Primogénito.

(Dolores Aleixandre rscj)

¡Modificación de la restricción de aforo!

En el día de hoy, el Diario Oficial de Galicia publica el Decreto 181/2020 que modifica el Decreto 179/2020 de 4 de novembro, en lo relativo a las “limitaciones de permanencia de personas en lugares de culto”.

Por lo que nos afecta en la capital de Lugo, según lo que establece este nuevo Decreto para el límite máximo de asistentes a cualquier acto de Culto en los ayuntamientos con restricciones, será 1/3 del aforo total (33 % del aforo).

Esta normativa entra ya en vigor hasta el día 4 de diciembre de 2020, si las autoridades sanitarias no hubiesen decidido antes otra cosa al respecto.

Teniendo esto en cuenta, los horarios de nuestras Eucaristías serán: 

Sábado o víspera de festivos: a las 20:00 h

Domingo o festivos : a las 12:00 horas.

Continuaremos esmerándonos en mantener siempre las medidas necesarias de higiene y de distancia precisa.

¡Conmemoración de los Fieles Difuntos! Día 2 de noviembre.

Para nosotros creyentes, la mejor manera que tenemos de hacer presentes a nuestros fieles difuntos es a través de la Oración y más aún participando en la Celebración de la Eucaristía que nos une a ellos a través del Misterio Pleno de Cristo.

El lunes 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos, será festivo en seis comunidades autónomas de España, ya que este año el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos y festivo nacional, cae en domingo, lo que habilita a las comunidades autónomas a trasladar el festivo del domingo al lunes siguiente o a cualquier otra fecha. 

En Galicia el día de Difuntos es día laborable.

Aún así, en nuestra Parroquia del Buen Pastor queremos tenerles especialmente presentes Celebrando la Eucaristía a las 20:00 horas.

Nos uniremos como Comunidad parroquial para conmemorar ese día de tanto arraigo oracional y entrañable tradición entre nosotros.

Catequesis curso 2020 – 2021

Parroquia “EL BUEN PASTOR” –  L U G O

parrbuenpastor@gmail.com

610 50 36 96 – 982 25 20 29

INFORMACIÓN SOBRE CATEQUESIS DE INFANCIA 2020-21

         Lamentablemente por esta situación que tanto se prolonga, no se puede adelantar mucho de cómo va a ser exactamente la modalidad catequética durante este año.

Por supuesto que, aún pensando en una modalidad algo parecida a la de años anteriores, hay que tener en cuenta las circunstancias actuales y su devenir, e ir introduciendo las modificaciones necesarias para proceder con la máxima seguridad y en consonancia con los protocolos actuales o con los que nos vayan aportando las autoridades.

Como muy pronto, comenzaremos después del San Froilán, y evitando coincidencias numerosas de niños y padres. Lo iremos viendo e informando de ello.

Entendiendo este tiempo ya como período de inscripción, no habrá como en años anteriores horario y días predeterminados.

Para hacer la inscripción, llamad antes por teléfono en los días miércoles, jueves, viernes y sábado (610 50 36 96; 982 25 20 29) y concretamos día y hora.

En principio, y como en otros años, las sesiones serán en viernes, pero de 45 minutos, y la entrada y salida por grupos de forma escalonada. En el momento de la inscripción  ya se irá informando de ello.

Cualquier aclaración que necesitéis, no dudéis en llamar por teléfono a cualquier hora.

Un saludo. Antonio (Párroco)

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Comunicación parroquial

“¡Con qué fuerza se perciben los lazos de comunión en la Comunidad Cristiana cuando las dificultades de encuentro se prolongan en el tiempo!”

Lugo,  11 de mayo de 2020

Muy queridos y añorados feligreses:

Añorados, porque cada día percibo con mayor intensidad lo que os echo de menos: el vernos, saludarnos, la cercanía y calidez del encuentro, la oración y las Eucaristías compartidas,…; en definitiva, la alteración de casi todo aquello que nos hace sentir el don de lo humano y de fe en el ser comunidad cristiana. Aunque sí es verdad que los nexos de afecto y de sentirnos comunidad están ahí y hasta puede que se fortalezcan, en esta situación, simple y temporalmente están algo aparcados o menos expresados.

Digo temporalmente, aunque no sabemos en qué medida y hasta cuando se prolongará esta travesía, incómoda para todos y con enormes dificultades para muchos; ojalá que la vayamos afrontando y superando ayudándonos unos a otros de la mejor manera que podamos; en todo caso, sintiéndonos corresponsables y nunca con indiferencia.

Como ya nos van facilitando mayor margen de movilidad y de encuentro, algún paso podemos ir dando en el reinicio del culto parroquial, pero manteniendo con rigor y responsabilidad las pautas de prevención y de comportamiento necesarias, que sin duda tendremos ya muy asimiladas.

En concreto y referido al reinicio del culto en nuestra parroquia, debemos respetar unos procedimientos básicos, como es venir con mascarillas y situarse en los bancos con una distancia de unos dos metros como mínimo, a no ser un grupo de convivencia familiar;  no darse la paz con contacto físico y comulgar en la mano, las misas rezadas, etc…; también el sacerdote celebrante tomando esas y otras precauciones. Iremos comentando.

A continuación os indico los días y horarios de las celebraciones, de mínimos al comienzo,  luego ya iremos viendo.

Cualquier necesidad que tengáis a título individual o familiar (intenciones de misas, aniversario, etc…) no dejéis de decírmelo, bien por teléfono o viéndonos.

Si Dios lo quiere, comenzaremos el próximo 16 de mayo, sábado, y todo en la Capilla grande con estos horarios:DSC_5950

Sábados:.. ……… 20:00 h      

Domingos: …..… 12 h

Por la semana:…. los jueves, 20:00 h

Por indicación Jerárquica, no hacerse ningún problema por seguir orando y participando de las Eucaristías en y desde casa a través de la radio o TV. En casos de personas mayores o de riesgo es lo más recomendable.

Unidos en oración y en el Señor, y con María la Madre, un afectuoso saludo.

Antonio, Párroco

 

Festividad de «El Buen Pastor»

FESTIVIDAD de EL BUEN PASTOR
(Titular/Patrón de nuestra Parroquia)

Buen Pastor

“Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.

Yo soy el Buen Pastor que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre. Yo doy mi vida por las ovejas”  (Jn 10, 11-14)

Sin duda que el buen pastor está siempre cerca, se conmueve y se vuelca en la oveja necesitada. Por ello es una gracia divina que el Pueblo de Dios tenga buenos pastores, pastores intentando serlo al estilo de Jesús, de Dios nuestro Padre que se expresa y se acerca a nosotros en Jesucristo hecho carne.

 

Muy queridos feligreses y hermanos en Cristo:

Este próximo domingo, 3 de mayo, celebra la Iglesia la fiesta de Jesús, el Buen Pastor.

Afortunadamente, a Él fue dedicada nuestra comunidad parroquial; es decir, bajo su protección ha sido puesta.

Seguro que a todos nos hubiese gustado celebrar esta fiesta como en años anteriores; pero todos sabemos que no es posible en esta circunstancia, tan cargada de sufrimiento y que, por fin, parece estar mejorando con la responsabilidad de todos y con el esfuerzo y entrega de muchos para que a nadie nos falte lo esencial.

Pero sí sabemos que la podemos celebrar muy bien con la dinámica y silencio en nuestro templo interior, en nuestro hogar, en nuestra familia; podemos muy bien celebrar esta nuestra fiesta del domingo tres de mayo sintiendo en oración el gozo, la confianza, de saber que el Amor Divino se expresa maravillosamente en Jesús, que entrega su vida por todas las ovejas; es que siempre piensa en ellas, en nosotros, con su Amor, y se dona a sí mismo.

Compartiendo mi aislamiento con vosotros, y desde él, os quiero tener muy presentes como siempre, pero especialmente en nuestra Fiesta; os pido que también  vosotros me tengáis presente en vuestras oraciones  para que, aún a mucha distancia de Él, os pueda servir cada día mejor al estilo de Jesús, el Buen Pastor.

¡Ojalá que pronto podamos retomar cierta normalidad litúrgica para vernos, para orar y celebrar juntos!

En próximas fechas espero poder comentaros ya algo más concreto referido a las Eucaristías diarias, dominicales y extraordinarias, como Primeras Comuniones, funerales pendientes, etc.

¡Feliz Fiesta de Jesús, el Buen Pastor! Y, en plegaria con Nuestra Señora, la Virgen María -y unidos en su corazón de Madre, -a todas vosotras, madres biológicas  y a las que lo sois por vuestra sencillez, entrega y servicio-, ¡ MUCHAS FELICIDADES!

Antonio, Párroco.

NOTA: Como todavía sois pocos los que conocéis esta página web, os agradezco que la comuniquéis y facilitéis a vuestros contactos o amigos. Gracias.

Carta a los feligreses

 Lugo, a 19 de abril de 2020

Estimados feligreses:

         Después de un mes ya largo de confinamiento, y privados del gozo de poder compartir celebrando juntos en la oración eucarística nuestra fe, quiero deciros que os echo de menos, y de qué manera.

            Afortunadamente, y por los informes oficiales que nos van llegando con respecto a nuestra ciudad, creo que todos lo vamos afrontando y, en algunos casos,  superando muy positivamente. Sin duda, fruto ello de nuestros comportamientos legal y moralmente responsables, así como de la extraordinaria atención de nuestros sanitarios y de tanta gente esforzada en que no nos falte de nada en aquello más necesario. Decir “gracias”, tal vez es poco en estas circunstancias…

         Aunque os decía “cuánto os echo de menos” en las Eucaristías, Jueves Eucarísticos, encuentros personales, etc., es reconfortante tener el convencimiento de que continuáis –continuamos- siendo comunidad de fe, aún estando el templo cerrado; que tal vez más que nunca vuestros hogares son verdaderas capillas/santuarios cultivando y celebrando vuestra fe y espíritu cristiano mediante la oración personal/familiar y participando en la Eucaristía y actos de devoción a través de la radio, TV, etc…

         Puede que la distancia física aún nos una más y haga que sintamos más intensamente el afecto que nos tenemos y necesitamos, y que crezca nuestro deseo de poder orar y celebrar juntos cuanto antes; sabiendo, por supuesto, que esto puede ir para largo. Mientras, que continuemos cuidando nuestra capillita doméstica, el santuario de nuestro hogar, y respetando las vinculantes y oportunas normas de nuestras autoridades civiles, y de las eclesiásticas en lo que proceda.

         Os trascribo la oportunísima, creo, reflexión/mensaje de San Pedro de su Primera Carta en el párrafo perteneciente a la liturgia de hoy, Domingo de la Divina Misericordia:

         “”Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo …. que nos ha regenerado para una esperanza viva …. Por ello, aunque ahora sea “preciso padecer un poco en diversas pruebas”…. Así, la autenticidad de nuestra fe, más preciosa que el oro que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación definitiva.””

         ¡Qué la gracia, luz y fuerza de la Divina Misericordia nos ayude a todos a continuar afrontando de la mejor manera estos momentos difíciles y a continuar cultivando y enriqueciendo nuestra vida cristiana!

         Os siento como ánimo y fuerza en mi propia travesía y, si en algo os puedo ayudar, contad incondicionalmente conmigo aunque solamente sea para conversar telefónicamente, etc…¡Os lo agradeceré!

En el Día de la Divina Misericordia, recibid mi afecto y comunión oracional.

DivinaMisericordiaAntonio, Párroco

Comunicado parroquial

Estimados feligreses:

Con el fin de respetar las pautas/normas de las Autoridades competentes- necesarias para en bien particular y común– también en nuestra parroquia del BUEN PASTOR quedan suprimidas las celebraciones eucarísticas con carácter presencial y abierto durante este mes.

Estaremos atentos a como vaya evolucionando todo esto y a las normas que nos vayan dando para el próximo mes y la Semana Santa.

Por no haber informado previamente se mantienen las Eucaristías de hoy sábado, día 14, (a las 20:00 horas), y de mañana domingo, día 15, ( a las 11:00 y 13:00 horas); pero respetando las normas -los que asistamos- de la correspondiente distancia entre personas, de no darse la paz físicamente y de comulgar en la mano.

Pero lo deseable es no salir de casa y sí fortalecer la oración personal, familiar…y aprovechar las retransmisiones de la Eucaristía:

A) Por radio

  • Radio Nacional, los domingos a las 8:15 h
  • COPE, los domingos a las 9:30 h
  • Radio María, diariamente a las 10:00 h

B) Por TV

  • TVG, domingos a las 10:00 h
  • TV-2, domingos a las 10:30 h
  • !3TV, diariamente a las 11:00 h y, los domingos, a las 12 h

Para cualquier cuestión personal o para participar en la Eucaristía diaria que, de manera semiprivada continuaré celebrando, no duden en contactar conmigo: 610 50 36 96.

Deseando lo mejor para todos, un afectuoso saludo.

Antonio, Párroco

Samaritana (1)
3º Domingo de Cuaresma: La mujer samaritana (Jn 4, 5-42)

¡Festividad de S. José!

S. Jo´s

En este 2020, la celebración de S. José el próximo 19 de marzo, es considerada como día festivo en nuestra Comunidad Autónoma y, como siempre, también a nivel religioso.

Por ello en nuestra parroquia las Eucaristías en su honor serán las siguientes:

Día 18, miércoles: Misa vespertina, a las 20:00 horas.

Día 19, jueves:

  • por la mañana, Eucaristía a las 12:00 horas, en la capilla grande,
  • por la tarde; en la capilla pequeña:

a las 19:15 horas «Jueves Eucarístico»,

a las 20:00 horas Eucaristía.

************************************************

San José, esposo de María y madre de Jesús, era descendiente de David. Ejerce como su padre y asistió al nacimiento de Jesús en Belén. Vivió en Nazaret ejerciendo el oficio de carpintero y, al parecer, murió antes de que comenzase la vida pública de Jesús. Su culto, extendido en Oriente antes del siglo V, no llegó a Occidente hasta la Edad Media. En 1870 fue proclamado patrón de la Iglesia universal; es también patrono de los carpinteros y de los moribundos.

Dentro del cristianismo, San José, encarna las virtudes de la honestidad, el amor al trabajo y la fe inquebrantable en Dios. Los hechos relativos a la vida de San José aparecen en los Evangelios, sobre todo en los de S. Mateo y S. Lucas.

¡Agradecidos  nos encomendamos a él, juntamente con nuestras familias, para que nos ayude a crecer en la Fe, el Amor y el servicio a través del trabajo!

Comenzamos la Cuaresma

 ¡Este miércoles, 26 de febrero, la iniciamos con la imposición de la ceniza que recibiremos en la Eucaristía de las 8 de la tarde!

 “Convertíos y creed en el Evangelio (Mc. 1, 1-15): Palabras tomadas del Evangelio de Marcos que escucharemos hoy en el momento de la imposición de la ceniza. Con toda la Iglesia comenzamos así nuestro camino cuaresmal, camino de conversión para llegar a la Pascua con un corazón renovado. ¿Qué significa este gesto de la ceniza al comenzar la Cuaresma?

El recibir la ceniza es un gesto de humildad que quiere decir: reconozco lo que soy, criatura frágil, limitada, hecha de tierra… que nuestra existencia humana esta limitada por la muerte… Pero esto no agota la verdad de la celebración porque escucharemos una buena noticia: Conviértete y cree en el Evangelio que nos invita a vivir plenamente. Hoy podemos decir: Sí, somos polvo, pero polvo amado por Dios. Estamos marcados por la ineludible realidad de la muerte pero, más allá de ella, se nos abren las puertas de la Resurrección y de la Vida.

Nos recuerda que no podemos vivir absolutizando esta vida y construyéndonos sobre falsos valores. Vemos como el sistema económico y social que hemos construido se derrumba; como la corrupción y la mentira nos ahogan…¡Necesitamos de una verdadera conversión!¡Esta Cuaresma es especial: nos cuestiona nuestra manera de vivir!

Al comenzarla, somos llamados a una profunda conversión: Convertios, creed en el Evangelio” se nos dirá a cada uno. Es una invitación a un cambio en profundidad de nuestra vida y una adhesión a Jesús, el Evangelio vivo de Dios.Cuaresma colores web

Convertíos. Cambiad la manera de pensar y de actuar. Dios no puede cambiar nuestra sociedad sin nuestro cambio. Somos urgidos todos, en estos tiempos difíciles, a una verdadera conversión personal. Nuestro mundo necesita convertirse a Dios, necesita de su amor y de su perdón.

“Creed en el Evangelio”. Necesitamos como nunca acoger la Buena Noticia del Evangelio de Jesús. Necesitamos creer en el poder transformador del Evangelio. No estamos solos, Dios está sosteniendo nuestra vida y el clamor de todos los que sufren.

En  el Evangelio  de hoy Jesús nos propone tres medios para combatir con eficacia el  mal del mundo: la limosna, la oración y el  ayuno. Eran las prácticas religiosas de su época.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna…”, La limosna a la que se nos invita es la solidaridad, el compartir nuestros bienes en un mundo donde crece el hambre y la injusticia. La idolatría de los bienes nos hace infelices, nos engaña, nos defrauda sin realizar lo que promete, porque sitúa las cosas materiales en el lugar de Dios, única fuente de vida y de felicidad.

“Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto…”: En la oración Jesús nos invita a retirarnos a nuestro interior, nuestro “cuarto”, para entrar en una profunda relación con Dios, mirar la vida desde ahí, con los ojos del Padre, como lo hizo Jesús.  Cierra la puerta y acepta esa mirada del Padre que vela sobre cada uno de nosotros; se trata de hacer silencio para acoger llamada a la conversión. 

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste… Tú, en cambio, cuando ayunes perfúmate la cabeza y lávate la cara”:   El ayuno cuaresmal no es para estar en forma ni para reducir peso, ni para mejorar nuestra imagen. Es un ayuno para compartir e ir al encuentro de los necesitados.

Al iniciar nuestra propia Cuaresma, cuarenta días hasta la alegría de la Pascua, nos volvemos al Señor con las palabras del Salmo de la liturgia de hoy: “Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme… devuélveme la alegría de tu salvación” (Sal.50). ¡Así sea! ¡¡¡FELIZ CAMINO CUARESMAL!!!

¡Cristo, factor de UNIDAD!

6MI SIERVO, MI ELEGIDO, MI FUERZA

» No sólo para unir y restablecer las tribus de Israel, sino luz de las naciones hasta el confín de la tierra»

Estamos en el tiempo ordinario del año litúrgico. A lo largo de todo este año iremos desgranando las narraciones más importantes de Mt sobre de la vida pública de Jesús: nos va permitir conocer, reflexionar y acoger sus Hechos y Dichos sabiendo que el centro del mensaje de Jesús consiste en invitarnos a todos los hombres a tener la misma experiencia de Dios Padre que Él tuvo y  de la Fraternidad universal que nos descubrió.

Entre la memoria de la Cátedra de San Pedro en Roma (18 de enero) y la fiesta de la Conversión de S. Pablo, el próximo día 25, dio lugar (como hace siglo y medio) a un octavario de oración ecuménica por la unidad de los cristianos: nos hacemos solidarios con esta bella iniciativa, en total sintonía con la oración de Jesús en la Última Cena: «que todos sean uno…»

Cristo fue factor de unidad en medio de los suyos y de todos por su amor a todos y cada uno.  Y, como resultado, se encontró  con conflictos y persecuciones. Mas, no se echó atrás. Al contrario, nos proclamó bienaventurados si éramos perseguidos por el hecho de ser justos y practicar la santidad.

«Tú eres mi siervo de quien estoy orgulloso»

Orgulloso de ti, por tu disponibilidad para restablecer, reunir, convertir a Israel                Por eso, te hago mucho más:» luz de las naciones hasta los confines de la tierra». Jesús, toda su vida la llenó haciendo la Voluntad del Padre, pendiente de ella. Como Cordero de Dios, fue expresión de inocencia y, al mismo tiempo, de sacrificio, dando su vida por  todos.

Es factor de unidad en medio de los santos que Él llamó y de cuantos llame. Su gracia y su paz están con todos nosotros. Somos hacedores de paz, primeramente, estando con nosotros mismos en la paz de Dios. Eso supone esquivar, todo lo que se pueda, la amarga negatividad en nuestros pensamientos, palabras y acciones.

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Amarnos e interesarnos unos por otros para conocernos más, también entre las diferentes confesiones cristianas. Conocernos más para hacernos bien y hacernos mejores. Y reducir a su justa proporción los inevitables roces de la vida, con un horizonte esperanzador…

Y, siempre, saber contar con la posibilidad de desahogarnos y dialogar en lo profundo con Cristo ante el Padre para que nos tengan llenos de Paz en su mano providente, irradiándola.

Si somos así, hacedores de paz, nos sentiremos gozosos de poder ser llamados hijos en el Hijo. La paz transmitida hablará elocuentemente de nuestro ¨ parentesco ¨ y relación con Dios.

Estaremos siguiendo a Jesús no desde fuera, como si se tratara de un líder aceptando su doctrina y sus leyes, sino que como Él y a través de Él nos dejaremos introducir en la dinámica de la vivencia interior. Ser cristianos será repetir en nosotros el proceso de deificación que Jesús llevó a cabo en sí mismo y que nos hará ser, sin duda, verdaderos factores de unidad.

¡Así sea y así lo pedimos en esta Semana de especial Oración por la Unidad y la Hospitalidad de los Cristianos !

¡Ya..! y… ¡Siempre es Navidad!

¡Dios con nosotros para siempre!

«La contemplación de la escena de la Navidad, nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre. Y descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él.

¿Por qué el belén suscita tanto asombro y nos conmueve? En primer lugar, porque manifiesta la ternura de Dios. Él, el Creador del universo, se abaja a nuestra pequeñez. El don de la vida, siempre misterioso para nosotros, nos cautiva aún más viendo que Aquel que nació de María es la fuente y protección de cada vida. 

Al ver el belén lo que cuenta es que hable a nuestra vida. En cualquier lugar y de cualquier manera, el belén habla del Amor de Dios, el Dios que se ha hecho niño para decirnos lo cerca que está de todo ser humano, cualquiera que sea su condición.

Nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el Amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él, todos hijos y hermanos gracias a aquel Niño Hijo de Dios y de la Virgen María.

¡Abramos el corazón a esta gracia sencilla y dejemos que del asombro nazca una oración humilde: nuestro “GRACIAS” a Dios, que ha querido compartir todo con nosotros para no dejarnos nunca solos».

( Extractado de: Carta Apostólica Admirabili Signum – Papa Francisco)

¡Feliz Navidad para todos desde este Amor permanente de Dios que nos urge cada día más a transformar nuestra propia vida y nuestra Humanidad!¡Colaboremos así para que el Año 2020 sea realmente mejor para todos!

El párroco y colaboradores

¡En el corazón del Adviento!

¡PACIENTE Y GOZOSA ESPERA!

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Ya hemos encendido la tercera vela de Adviento, entramos en la segunda mitad de los domingos de Adviento. La experiencia humana parece decir que las cosas se nos hacen más llevaderas alcanzada la mitad, como si la segunda parte nos resultara psicológicamente más corta y fácil: por la experiencia de lo recorrido y el anhelo de la meta. «Alegraos ¡El Señor está cerca!»

En una sociedad de ofertas rápidas y de dar al botón para conseguir vete a saber qué, es fácil querer resultados instantáneos. Pero la vida no es así: Lo que vale cuesta y lleva su tiempo y proceso. Por eso, se requiere paciencia: principio amargo de resultados dulces. Tened paciencia hermanos… hasta la venida del Señor. (Sant  5, 7-10)

La paciencia es una virtud, capacidad de resistencia. Para el encuentro del Señor, que la nuestra sea gustosa, firme y exitosa, nos lo pide así Su Venida. Se hace gustosa cuando somos conscientes de que Cristo nos hace fuertes (cf Flp 4,3). A partir del sentimiento de la propia fragilidad y debilidad, que comprobamos; al mismo tiempo ,  ¨veri-ficamos¨ (vemos que es verdad) que Cristo nos posibilita el afrontar confiadamente nuestros propios desafíos. Así, la paciencia es gustosa, porque, animada por la meta, nos la hace saborear ya en el mismo trayecto de alguna manera.

La paciencia se hace firme, fuerte, recia, cuando se crece con las dificultades. Sin buscar los riesgos ni esquivar el bulto en las circunstancias de la vida, nos vemos envueltos e implicados en ellas. En suma, comprometidos. Entonces, sin perder pie, nos experimentamos recios, a pesar de nosotros mismos y gracias a Él, que hace con-nosotros el camino cristiano de la vida.

Se hace exitosa, porque, a la corta o a la larga, salimos airosos. Más que airosos, dice san Pablo. El éxito nos viene dado en la reciedumbre…, en no escapar ni soltar la toalla, en aquello de seguir al timón de nuestra nave: Vigilancia… y calma (cf Is 7,4).

Jesús

Estamos en la recta final del camino hacia la Navidad y en casa ya vamos afinando los preparativos…Vamos viviendo el calendario de Adviento y avanzando en la cuenta atrás para recibir al Niño.

Necesitamos estos mensajes que nos conduzcan a una Navidad cristiana, para que se haga vida en nosotros el continuo nacimiento de Dios hecho Niño que trae esperanza y dificultades, que nos invita a ser la voz de quienes no la tienen y a trabajar de manera incansable por hacer de este mundo un sitio mejor. Necesitamos no quedarnos solo con las luces, los dulces y los villancicos sino renovar el Amor al prójimo, enternecernos con el Recién Nacido que llega en unos días para adherirnos más y más a Él y compartir la Alegría que nos trae…